Un proverbio sostiene que para que una persona pueda en algún instante de su existencia decir que ha vivido en plenitud debe cumplir con tres metas: la primera haber tenido un hijo, la segunda escribir un libro y la tercera haber plantado un árbol, si ello es cierto pude decir que mi vida ha sido plena.

Este fin de semana presenté en la ciudad de Victoria mi segundo libro, el primero dado a la luz el año 2005 se llamó Crónicas Parlamentarias y otros escritos.

Mi reencuentro con la cotidianidad una vez finalizado un período de 24 años de responsabilidad pública en que me desempeñé ocho años y meses como diputado y 16 años como senador y más encima enfrentar con la madurez que dan los años las profundas transformaciones que vive la humanidad y sentir la percepción acerca de la ausencia de políticas que nos permitan enfrentar enormes desafíos que construyen un futuro fantástico merced a la ciencia y la tecnología, me han animado con sencillez y humildad a que concretara esta segunda obra de mi autoría que en forma emocionada entregué a más de doscientas personas que repletaron el Centro Cultural de mi querida ciudad colina, Victoria.

Les cuento que esta obra contiene 150 columnas con los más variados temas de la realidad de ayer hoy, y que, curiosamente, siguen totalmente vigentes para la construcción del primer siglo del tercer milenio.

En sus páginas no hay ningún atisbo sectario o ideología trasnochada, solo son la expresión de hechos y situaciones, acontecimientos merecedores de críticas o elogios, sin importar quiénes sean sus responsables ni a qué ámbito político representan, a esas columnas solamente añado reflexiones y reconocimientos.

En este trabajo escrito solamente encontrarán mi ánimo de hacer prevalecer la objetividad aunque eso pueda desagradar en algunas de las columnas. Hay preocupación en mis opiniones sobre las falencias y déficits que observo en el mundo político referidos a afinar las miradas de futuro que las circunstancias reclaman a leer correctamente los mensajes de la sociedad moderna, a satisfacer sus necesidades efectivamente prioritarias y a evitar lo que algunos analistas definen como dictaduras de las minorías y también a superar la carencia de liderazgos auténticos y con capacidad para conducir los procesos políticos, económicos y sociales al margen del bullicio que hacen a diario distintos grupos minoritarios.

En la parte final de esta columna siento la imperiosa necesidad de agradecer a mis queridos diarios regionales: El Austral de La Araucanía, la voz sin censura de lo que pasa en toda la Región, como al Diario Las Noticias de Malleco que surca también en la parte norte el mismo camino de pluralidad.

Roberto Muñoz Barra exsenador, presidente Instituto Estudios

Públicos Social Demócrata

Hace 40 años | 25 de marzo 1979

Control televisivo para los excesos de velocidad

Control televisivo de la velocidad de los vehículos es la nueva arma que utilizará Carabineros para combatir a los choferes que gustan apretar el acelerador a fondo. Los aparatos ya están llegado a la zona y constituyen lo último en fiscalización del tránsito. Desde Carabineros dicen que el aparato no deja margen al error.

Hace 10 años | 25 de marzo 2009

Gobernador de Malleco se querella por atentados

El gobernador de la provincia de Malleco, Jorge Saffirio, llegó hasta el Juzgado de Garantía y Letras de Collipulli para interponer una querella contra quienes resulten responsables por los atentados ocurridos en la zona hace unos días y que tuvieron como consecuencia la quema de un camión y ataque y robo a un automovilista.

Hace 1 año | 25 de marzo de 2018

Incendio destruye el internado de liceo

Una llamada de Carabineros a la central de alarmas de Bomberos dio el aviso del siniestro que acabó por destruir el internado del Liceo de Turismo y Hotelería de la comuna de Pucón. Tres compañías trabajaron en la extinción de las llamas que tuvieron su origen en el comedor y que arrasó con la cocina y dormitorios.

La delincuencia actualmente es uno de los flagelos que más preocupa a los chilenos. De ahí que la familia y la escuela son claves para instruir a las nuevas generaciones acerca de los cuidados que se deben adoptar con respecto a la amenazante realidad delictual que sufre nuestro país. La delincuencia, entendida como la negación de las buenas costumbres, además de socavar la estabilidad política, merma la confianza pública, por lo que no se le debe dar tregua. Y son los gobiernos, quienes se hacen cargo de forma temporal de la administración del Estado, los que tienen el deber de garantizar la paz social y el orden, hacer cumplir la ley y aplicar políticas preventivas y sancionadoras.

Muchos jóvenes, debido al distanciamiento emocional con sus padres o la ausencia de éstos, asumen una precoz independencia y una feble socialización porque aquellos trabajan todo el día y no se dan el tiempo para cumplir con su función de ser los primeros formadores de sus hijos. Un grupo familiar que no tenga dedicación para transmitirle a sus hijos el ejemplo y los consejos que resguarden su integridad física y psicológica no está cumpliendo con su deber.

Y esto cobra relevancia al considerar que un importante número de personas privadas de libertad es hijo de padres que alguna vez han pasado por la cárcel. Por ello, hay que estar en sintonía con los hijos para saber interpretar la realidad y alejarlos de las malas prácticas que, se sabe, son la antesala del delito.

Lo mismo sucede con el círculo de amigos: hay que saber quiénes son, dónde y con quiénes comparten y tener claras sus conductas para evitar la promiscuidad, el alcoholismo o la irreversible y perversa inducción a las drogas, que muchas veces conduce al delito. Por eso es clave masificar la buena formación y elaborar políticas sociales rehabilitadoras e inclusivas. En el tema de la delincuencia, las autoridades, las policías, los tribunales tienen mucho que hacer, pero la primera y más eficaz tarea preventiva es la que les corresponde cumplir a los padres, al interior de la célula base de toda sociedad: la familia.