El primer ministro de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, anunció ayer la detención de al menos 13 personas relacionadas con la serie de explosiones ocurridas en tres iglesias, cuatro hoteles y un complejo residencial, que dejaron a más de 207 víctimas fatales y 450 heridos. El Gobierno chileno condenó el hecho "en los términos más enérgicos", junto con afirmar que, al cierre de esta edición, no había compatriotas entre los afectados.
Wickremesinghe comunicó durante las últimas horas del Domingo de Resurrección que las fuerzas de seguridad arrestaron a 13 personas relacionadas con los atentados, confiscando además una furgoneta empleada por los atacantes, aunque sin dar más detalles sobre los detenidos.
El primer ministro también reveló que las fuerzas de seguridad habían recibido avisos de posibles ataques en el país, "pero no se le prestó la suficiente atención al asunto", algo que debe ser investigado, subrayó.
La Cancillería chilena, por su parte, afirmó que "condena en los términos más enérgicos la criminal serie de atentados explosivos" en la nación asiática, mostrando "su más absoluto rechazo a todo acto de terrorismo", junto con informar que, hasta ayer, "no habría víctimas de nacionalidad chilena entre los afectados".
Apagón en redes sociales
Las autoridades asiáticas declararon toque de queda hasta hoy lunes tras los atentados que, según el adelanto oficial, habrían sido cometidos por terroristas suicidas pertenecientes a un único grupo, del que no se ha revelado su identidad.
Asimismo, el Gobierno informó que se realizaría un "apagón" de las redes sociales y servicios de mensajería en todo el país, bloqueando WhatsApp y Facebook.
Esta última firma sostuvo que "han estado trabajando para apoyar a los equipos de rescate y de aplicación de la ley, así como para identificar y eliminar el contenido que viola nuestros estándares".
Iglesias y hoteles
Sri Lanka vivió ayer un sangriento Domingo de Resurrección tras una serie de atentados que golpearon tres iglesias católicas donde los fieles celebraban la festividad, cuatro hoteles y un complejo residencial.
Las seis primeras explosiones ocurrieron de forma simultánea en tres hoteles de lujo en la capital, Colombo, junto a un templo religioso en la misma ciudad, otro en Katana y el tercero en Batticaloa.
Tras difundirse por diversos medios fotografías de iglesias con los techos semidestruidos, escombros y cuerpos esparcidos, mientras los sobrevivientes intentaban ayudar, el ministro para las Reformas Económicas de aquel país, Harsha de Silva, escribió en su cuenta de Twitter que "he visto miembros arrancados esparcidos por todos lados. Equipos de emergencia están desplegados en su totalidad en todos los puntos. (...) Hemos llevado a muchas víctimas al hospital, esperamos haber salvado muchas vidas".
Apenas los habitantes de la nación asiática se enteraban de lo ocurrido, una séptima detonación tuvo lugar en un pequeño hotel situado a unos cien metros del zoológico de Dehiwala, a una decena de kilómetros al sur de la capital; mientras que la octava ocurrió en un complejo residencial en Dematagoda, Colombo.
Los fallecidos, al cierre de esta edición, llegaban a 207, mientras que las personas heridas superaban las 450.
de los fallecidos provenían de Bélgica, Estados Unidos, China y Reino Unido, comunicó el Gobierno. 32
iglesias católicas fueron afectadas por los atentados. El país tiene un 7,4% de fieles de esta religión. 3