Navegante
En estos días se encuentra navegando y remando el ciudadano ruso Fedor Konyukhov, el lleva más de 141 días remando por aguas internacionales desde Nueva Zelanda hasta Cabo de Hornos en la Región de Magallanes.
Lo que mas me llama la atención es que ningún medio de prensa calificó de "adulto mayor de 67 años busca coronar la navegación a remo más austral del mundo y única en cruzar el Cabo de Hornos", sin duda los nuevos adultos mayores, no son los mismos de siempre y nos demostrarán a los más jóvenes que la jubilación es solo la mitad de nuestras vidas y que nunca es tarde para cumplir los sueños personales.
Gonzalo Valdés Lufi ingeniero comercial
Taiwan, ejemplo de progreso
La República China, conocida como Taiwan, es un ejemplo de progreso, apostando a un desarrollo tecnológico y apertura de mercados.
Ubicada en la isla de Formosa, no cuenta con recursos naturales en abundancia, basando su desarrollo en el emprendimiento, un rol del Estado racional y el bienestar de sus habitantes.
Su nivel educativo de excelencia se basa en altos estándares, pero también en el respeto al profesor por parte de sus alumnos y vice versa.
Una gran nación que deberíamos ver con más atención, que ha vencido la adversidad en más de una ocasión.
Con una apertura al mundo, dicta mucho de la República Popular China, régimen autoritario y en donde la violación sistemática de Derechos Humanos fue avalada por el Presidente Sebastian Piñera.
Francisco Sánchez Historiador
Día de trabajo y "sociedad cansada"
El trabajo remunerado hoy en día favorece el surgimiento de una "sociedad cansada", sobreexigida que hipoteca afectos, vínculos, relaciones. Si analizamos que ocurre actualmente con las personas que trabajan, nos encontramos con dos focos de análisis, quienes trabajan extensas jornadas laborales y que por su nivel de preparación educacional no pueden optar a otro tipo de empleo y, por otro lado, el profesional que trabaja con un mandato internalizado, vinculado a la superproducción y al superrendimiento. Esto implica una autoexigencia punitiva, que sanciona constantemente al no cumplir con las expectativas autoimpuestas.
En ambos casos nos encontramos con una realidad común: una persona que se explota a sí misma, que no logra mantener vínculos profundos, que en algún momento manifestará síntomas emocionales que muchas veces desencadenan enfermedades vinculadas a trastornos del ánimo, trastornos ansiosos, etc.
Si nos preguntamos cuál es el fin último de esta sobreexigencia, tendríamos que analizar los valores imperantes que como sociedad hemos construido, que en definitiva nos llevan a mantener un sistema y una sociedad cansada, es posible que encontremos motivaciones ligadas al consumo tanto material como simbólico, que en sí mismo no son negativos, pero que al ser sobrevalorados, generan en las personas deseos que muchas veces se confunden con necesidades.
¿Cómo podemos revertir o mitigar los efectos negativos del superrendiemiento o la superproducción? no existe una receta mágica, pero sí es posible que como personas tomemos consciencia de cómo somos víctimas y villanos de nosotros mismos e intentar mitigar en la medida de los posible esta sobreexigencia. Además, dejar espacio para el ocio y me refiero a ello, ya que tendemos en el "tiempo libre" a organizar panoramas, actividades por temor al aburrimiento y eso nos limita la creatividad.
Debemos aprender a disfrutar con nosotros y con otros, valorar aquello que no se compra, que no se consume, es una tarea difícil pero que sin duda nos permitirá asumir una vida más feliz.
Ivonne Maldonado Académica Psicología UDLA
Belleza única
Una agradable sorpresa fue la que me llevé hace unos días con la información acerca de la sobrepoblación de visitantes que llegó hasta el Parque Nacional Conguillío. Creo que este lugar es uno de los más hermosos del país, con maravillas como el Volcán Llaima, el Río Truful Truful, China Muerta, la Araucaria Madre, las lagunas interiores, los senderos... En fin, son tantas las bellezas que estimulan nuestros sentidos, especialmente ahora en otoño, donde los colores rojos y amarillos se apoderan del paisaje.
Creo que falta mucho para que la gente de la misma Araucanía conozca su entorno. Por lo pronto, el Parque Nacional Conguillío es una bonita alternativa para recorrerlo un fin de semana, en pleno contacto con la naturaleza.
Carolina Novoa