Rodrigo Zamorano C.
Renunciando a su derecho a guardar silencio, el atleta Gabriel Kehr Sabra prestó declaración ante los jueces del Tribunal Oral en lo Penal de Temuco, dando inicio al juicio en su contra por la muerte del ingeniero en administración de empresas, José Luis Garrido.
El deportista, lanzador de martillo y seleccionado nacional, es acusado por la Fiscalía de golpear a Garrido tras un pelea callejera, la madrugada del 2 de octubre de 2016 a la salida de la discoteque Costa 21.
Por el hecho, el Ministerio Público le imputó a Kehr los delitos de lesiones graves y homicidio culposo. La víctima falleció producto de diversas fracturas provocadas por el golpe de puño que recibió.
En su declaración, el atleta manifestó que en la pelea efectivamente golpeó a una persona con su puño, sin embargo, descartó que se tratara de José Luis Garrido, sino que a un sujeto de cabellera "colorina".
Kehr, entonces de 20 años de edad y con un peso de 112 kilos, aseveró que aquella noche consumió dos vasos de piscola en la discoteque y que golpeó al "colorín" por defender a su hermano, quien estaba siendo agredido por otros sujetos.
"Recuerdo que un pelirrojo me tira un golpe, yo lo esquivo y le pego en la cabeza", afirmó en estrado el atleta. "Después dos (personas) se tiran contra mi, mis amigos me los sacan de encima y ahí pude ver que había una persona en el suelo que no era el colorín. Después de eso les dije a mis amigos que nos fuéramos. Y nos fuimos a la casa", señaló el lanzador de martillo.
ÚLTIMAS HORAS DE VIDA
A través de los testimonios entregados por los cinco amigos y colegas que acompañaban a José Luis Garrido esa noche, la Fiscalía reconstruyó las últimas horas de vida del ingeniero, quien esa noche celebraba junto a los trabajadores de la embotelladora de Coca Cola la llegada de un esperado bono de producción.
"José Luis llegó pasadas las 12:30 de la noche y compartimos con él sin ningún tipo de problema en la discoteque", afirmó uno de los amigos de la víctima, Pablo Lama Martínez.
El testigo afirmó en estrado que la discusión comenzó por un roce de brazos entre uno de los amigos de José Luis y una persona que formaba parte del grupo de amigos del imputado.
"Siento que hay un alegato y después siento un golpe fuerte que retumba. Miro al lado y veo a José Luis en el suelo. Mi primera reacción es defenderlo y en eso me golpean cuatro personas en el suelo", señaló.
Carlos Cifuentes, compañero de trabajo de Garrido reiteró la versión de Lama y agregó que a una distancia de dos a tres metros vio venir a un sujeto corpulento, que con impulso le propina un golpe de puño a Garrido mientras éste discutía con otras dos personas, derribándolo al suelo.
"Cae con los brazos extendidos, boca arriba, de espaldas, sin reacción", señala.
Al ser consultado, Cisternas reconoció en la sala de audiencia a Kehr como el sujeto que golpeó al ingeniero.
Los amigos y colegas de la víctima fatal recordaron además que Garrido no tuvo atención de urgencia en el hospital de Temuco y que de forma personal trasladaron al ingeniero hasta la Clínica Mayor, donde luego de una serie de exámenes fue declarado con muerte cerebral.
Homicidio culposo
Para la Fiscalía, los hechos ocurridos la madrugada del 2 de octubre de 2016 en el centro de Temuco son constitutivos de un homicidio culposo, vale decir un acto involuntario que consiste en causar la muerte a una persona por una acción negligente.
"La magnitud de la fractura que le provoca la muerte a la víctima se debe a una circunstancia especial que el Servicio Médico Legal detecta en esta persona, él tenía diástasis, condición donde el hueso craneal no logra suturar completamente", señala el fiscal Ricardo Gutiérrez.
El persecutor aseveró que el golpe que le propinan a Garrido fue de tal impacto que provocó literalmente una "explosión del cráneo" debido a la malformación que presentaba y que "evidentemente no era conocida por la víctima y mucho menos por el imputado".
La defensa de Kehr, en tanto, representada por el defensor penal público Patricio Salinas, afirmó que solicitarán la absolución del atleta por considerar que no hay pruebas suficientes para otorgarle participación en la muerte de José Luis Garrido.
"La magnitud de la fractura que le provoca la muerte a la víctima se debe a una circunstancia especial que el Servicio Médico Legal detecta".
Ricardo Gutiérrez,, fiscal adjunto.
"Queremos justicia"
A la salida de la primera jornada de audiencia, Elizabeth Garrido, hermana de la víctima fatal, aseguró que como familia buscan que haya justicia. "Queremos que pague con cárcel y que se haga justicia, él se tiene que hacer cargo de lo que hizo", señaló. La mujer añadió que "es injusto que todo este tiempo haya seguido compitiendo, no entendemos por qué tiene tantos privilegios. No sabemos por qué el ha podido seguir en libertad, con beneficios y haciendo su vida normal. Yo me pregunto si hubiese sido al revés, mi hermano hubiese estado preso".