Comercio ambulante y el derecho al trabajo
Estos últimos días hemos visto cómo se ha reprimido el comercio ambulante en el centro de Temuco. Al día de hoy van 20 personas detenidas, la mayoría habiendo sufrido golpes por parte de carabineros.
La división (siempre útil al poder represor) entre hortaliceras mapuches y comerciantes chilenas/os se desdibujó bajo la mano golpeadora de carabineros que actúa bajo requerimiento de la municipalidad. Los inspectores municipales, también trabajadores callejeros pero con permiso, contratos y sueldos, sudan ejerciendo su ardua labor de observar las calles y comunicar a la policía la presencia de comerciantes ambulantes. Mientras tanto cientos de niñas y niños esperan en sus casas el pan, que sus padres han salido a buscar a través del comercio callejero, la mejor opción que les ofrece este sistema económico que mientras más dinero tengas, más te beneficia.
Mientras tanto, nadie ofrece nada a las cientos de familias que se sustentan con esta actividad. Familias mapuches, chilenas, haitianas, ecuatorianas, todas compuestas por seres humanos igual que cualquiera que lee este diario. Con las mismas necesidades: comprar comida, pagar arriendo, locomoción, ropa, medicamentos. Las mismas necesidades, pero en un entorno que ofrece muchas menos oportunidades y opciones.
Los derechos humanos son universales e indivisibles, es decir, todas y todos tenemos los mismos derechos humanos, y ningún derecho está por sobre el otro.
El derecho al libre desplazamiento no puede estar por sobre el derecho al trabajo, consagrado en la declaración universal de los derechos humanos, que en su artículo 23 dice: "Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo".
Prohibir una forma de trabajo, por muy informal que sea, es simplemente violar los derechos humanos de las personas que ejercen esa actividad. Podemos reglamentar el trabajo callejero, fijar normas de uso del espacio público, incluso avanzar hacia la formalización de esta actividad, pero lo que no podemos hacer nunca, es prohibir el comercio ambulante, y criminalizar de esta forma la marginación que el mismo sistema económico ha generado. En Temuco, necesitamos con urgencia avanzar en el respeto por los derechos humanos.
Alejandra Parra Muñoz
Biodiversidad y semillas que se multiplican una sola vez
La vida evoluciona adaptándose silenciosamente a los nuevos escenarios que va enfrentado, en este proceso es clave que se conserve la biodiversidad.
Mantener un medio ambiente saludable para todas las especies es tarea de todos y así lo entienden los pueblos originarios que viven de la tierra. Lamentablemente, el mercado desconoce esta realidad y se desarrolla a espaldas de la conservación de medio ambiente. Hoy las semillas ofrecidas en el mercado no permiten reproducción, obligando cada año a volver al mercado a comprar una nueva semilla, el efecto de lo anterior, aparte de mayor costo, que de por sí es un problema para una comunidad de bajos ingresos, es que se rompe la cadena de evolución tan necesaria para la existencia de la vida, propiciando la pérdida de biodiversidad, lo que nos está llevando a un medio ambiente enfermo cuyas consecuencias, creo, ni siquiera imaginamos, para las generaciones futuras.
Hoy bajo las leyes del mercado (la mano invisible del mercado….) nadie está mirando al largo plazo (100 años o más) sino bajo un prisma de corto plazo, donde importan solo los beneficios económicos de corto plazo para el "creador" de una semilla y en esa dirección se ha alineado la normativa legal también, sin importar los efectos devastadores que tiene la acción de producir y comercializar semillas que se reproducen solo una vez, efectos negativos para la biodiversidad en largo plazo y en mediano plazo para las comunidades campesinas más desposeídas que paradojalmente resulta ser el pueblo mapuche, gente de la tierra.
Invito a toda la comunidad (agrupaciones sociales, universidades, gobiernos, empresarios) a reflexionar sobre este asunto antes que sea demasiado tarde, no demos un paso más adelante, que el precipicio está próximo.
Luis Toro
Pensiones
Hace casi seis meses, el Presidente Sebastián Piñera presentó un proyecto de ley para realizar una reforma a las pensiones. Con esto, el Gobierno hace eco y responde a una urgencia planteada por la ciudadanía, pero, principalmente por los adultos mayores. Porque si en algo, todos coincidimos, es que debe haber una reforma profunda al sistema de pensiones actual.
Según la encuesta CEP, los chilenos creemos que uno de los problemas a los que el Gobierno debería dedicar mayor esfuerzo en solucionar son las pensiones. Asimismo, Cadem destacó que un 88% de las personas está de acuerdo con que es necesario hacer una reforma a las pensiones de manera oportuna.
Las personas lo piden, ya llegó el momento de que la reforma a las pensiones se discuta en el Congreso como se debe, y esperamos todo el apoyo de nuestros parlamentarios para hacer, de este, un proceso expedito y ameno. Porque parlamentarios, cada día que pasa sin avanzar en este tema estamos negándole a Chile, a los adultos mayores, a la clase media y a las mujeres mejoras inmediatas en sus jubilaciones.
Eugenio Andrés Cabrera