"Como estamos no calificamos ni para la COP25 ni para la Apec". Con estas palabras, el presidente del Senado y parlamentario de la Región, Jaime Quintana (PPD), calificó la situación actual que enfrenta el bosque nativo en Chile y, sobre todo, su potencial impacto en La Araucanía, ya que la ley que está vigente desde hace una década, prácticamente, se ha transformado en letra muerta.

En concreto, el presidente del Colegio de Ingenieros Forestales de La Araucanía, Rodrigo Gutiérrez, informó que "después de 10 años de entrada en vigencia de la ley, solamente se han entregado un 14% de los beneficios al año, esto significa que falta mucho por modificar, de modo que sea una ley efectiva para el traspaso de incentivos a comunidades rurales y bosques nativos de Chile con una relación socioeconómica ambiental", indicó.

Ley corta

Debido a este escenario, en donde un 86% de los recursos destinados al bosque nativo se pierde, el senador Jaime Quintana (PPD), está impulsando una Ley Corta de Bosque Nativo, inquietud que ya sociabilizó con el Ejecutivo.

"El Presidente se convenció que hay que hacer ajustes y el ministro de Agricultura está disponible para hacer una Ley Corta. Esto está vinculado con el desarrollo de la Región, porque hoy no estamos cumpliendo con una adecuada capacidad productiva, pero tampoco estamos conservando los bosques", recalcó.

En lo inmediato, el parlamentario se encuentra recogiendo propuestas de expertos en la materia y, por lo mismo, el sábado gestionó en el Colegio de Profesores el conversatorio "Análisis y Propuestas para una Reforma a la Ley de Bosque Nativo de Chile".

Respecto de las propuestas, Jan Koster, presidente de la Asociación Chilena de Propietarios de Bosque Nativo, dijo que hay que simplificar y desburocratizar la ley, mejorar el sistema de bonificaciones, transparentar y fortalecer los objetivos del cuerpo legal, fomentar la asociatividad y ver la forma de que el ganado no siga destruyendo el bosque.

Guido Rebolledo C.

Según Wikipedia, la Torre Caupolicán fue el primer gran inmueble en altura de la ciudad y su construcción culminó a fines de la década de los 70, convirtiéndose en el ícono de la urbe en los año 80.

Justamente este icónico edificio de 21 pisos se encuentra desde hace una semana nada menos que sin ascensores, con el pesar de los adultos mayores que viven en el inmueble. Así lo denunció Heidi Peschke, quien forma parte del Comité Administrativo actual.

"Nuestro edificio ha tenido muchas dificultades. Hace un tiempo nosotros denunciamos que se realizaban desvíos de platas, que se estaban realizando cobros indebidos, lo que apareció en primera plana en el Diario Austral en marzo de 2018. Esta denuncia la hicimos un grupo de médicos de la torre, en contra del entonces Comité Administrativo que llevaba muy mal su labor, Comité Administrativo que no fue ratificado en asamblea, no fue elegido normalmente", relata la vecina.

INVESTIGACIÓN

Peschke agrega que en ese entonces se desarrollaba una investigación y demanda en el Primer Tribunal de Policía Local en donde finalmente se determinó que dicho Comité Administrativo no era legal.

"Nosotros hicimos las denuncias en la Fiscalía, de hecho hay una investigación que realiza la PDI, ya que aparentemente faltan muchos millones. Habrían alrededor de 60 o más millones de pesos gastados pero no justificados o de alguna forma desaparecidos. El entonces administrador del Comité Administrador anterior está actualmente con firma quincenal y reclusión nocturna", relata Peschke, quien añade que se hizo un llamado a una asamblea de copropietarios, en donde se decidió cambio en el comité.

"Allí fuimos elegidos siete personas de las cuales cuatro se retiraron por diversos motivos", apunta Heidi Peschke, quien agrega que "el comité comenzó a alegar que lo realizado no era legal, por lo que fuimos a la justicia y el juez Montoya determinó que la forma en que fuimos elegidos fue legal. El comité saliente apeló, caso que en la actualidad se encuentra en la Corte de Apelaciones".

SIN ASCENSOR

La afectada asegura que muchos copropietarios de la Torre Caupolicán no pagan los gastos comunes.

"En la actualidad se deberían recaudar cerca 5 millones de pesos en gastos comunes mensuales y hay más de 9 millones en gastos comunes impagos. Así nada funciona".

De ahí entonces que los ascensores no han recibido reparaciones. "Falló uno y que se encuentra fuera de servicio desde hace dos o tres meses. Hace casi una semana falló el siguiente y como no tenemos plata, no podemos hacer las reparaciones. Tenemos copropietarios de mucha edad, por ejemplo la señora Guillermina, que el año pasado cumplió 100 años y vive en el piso 7. Hay una radio (Araucana) en el último piso".