Eduardo Henríquez O.
La tarde del 15 de agosto de 2018, Antony Flores atendía la clientela del restaurante El Otro Raymi cuando un llamado telefónico lo sorprende, lo deja helado y luego lo hace salir corriendo. Y es que, claro, su primer emprendimiento gastronómico exitoso en Temuco, su sueño personal, estaba siendo devorado por un incendio.
Poco pudo hacer ese día, no más que dejar que Bomberos hiciera su trabajo, confirmara que todo comenzó por un cortocircuito y definiera un 80% de la estructura y mobiliario afectados. Como resultado de lo ocurrido, las pérdidas económicas fueron cuantiosas, más cuando no había seguros comprometidos. Y lo que vino después no fue menos desafiante y gris.
Pero como no hay mal que dure cien años ni esfuerzo que no tenga su recompensa, el original Raymi, el restaurante peruano de San Martín 083 esquina Thiers, acaba de reabrir sus puertas luego de un año de silencio y candados, esta vez en coincidencia con la fecha en que inauguró en Temuco el año 2012, justo un 31 de agosto.
"Aperturamos ese día para celebrar los siete años de Raymi en Temuco", comenta Antony Flores, propietario del proyecto en sociedad con su esposa Ana María Durán, quien confiesa, además, que la intención original era reabrir en enero, pero el desastre económico sufrido se los impidió.
Desde el endeudamiento
"El incendio fue un descalabro - acota -, al punto que mis bolsillos ahorita tienen un agujero bien grande. Estoy endeudado con la familia, con amigos, con el banco. De hecho, tuvimos que reinventarnos desde el endeudamiento. Y ni hablar, justo la semana que ocurre el incendio me había salido recién un préstamo, recursos que pretendía reinyectar en Raymi para hacer algunas modificaciones, cambiar para maquinaria, en fin. Así que lo que tenía proyectado cambió drásticamente de destino".
De las pérdidas, Flores, casi prefiere no hablar, solo comparte un dato para entender el tamaño del daño causado por el siniestro. "Solo en vinos, pisco y licores perdimos más de 5 millones de pesos, eso sin contar lo que había en la bodega", agrega.
"Con sinceridad, esto es como empezar desde cero", explica el propietario, quien admite que su esposa ha sido clave en este camino de recuperación, el cual ha sido posible gracias a la fe en que podrían volver a levantar el restaurante y pagar las deudas en las que han incurrido desde el siniestro.
"Las finanzas quedaron destrozadas - acota Flores -, pero dijimos un día: todo lo material se recupera y el dinero se hace". Y en eso está este matrimonio binacional de emprendedores que hoy vuelve a dar vida a la esquina de San Martín casi al llegar a Thiers, con los sabores del Perú y un restaurante con capacidad para 65 personas.
Favoritos
"La carta es la misma que teníamos en agosto de 2018 porque justo dos meses antes la habíamos modificado. Así que con lo mejor de nuestra cocina y ambiente queremos reconquistar a nuestros clientes, retomarlos, para que vuelvan a sentir nuestros sabores en este mismo Raymi".
Al hablar de sabores, Flores reconoce que está bastante claro cuáles son los platos favoritos que históricamente más demanda tienen en el restaurante de parte del público. Ceviche, Leche de Tigre, Lomo Saltado y Filete Mar y Tierra, son los que más salen, acota.
Raymi es uno de los más de 11 restaurantes de estilo peruano que forman parte de la oferta gastronómica de Temuco, que entre 2011 y 2018 han proliferado y se han mantenido gracias a la preferencia de temuquenses y visitantes. Un sector que aporta a la economía local y regional desde el turismo, los impuestos y la generación de empleos.
Conectado con este último punto, Antony Flores recuerda que hasta antes que se quemara el restaurante, Raymi daba trabajo hasta 12 personas (contando a los part time) y hoy reabrimos sus puertas con cinco colaboradores. "Una vez que cobre vida nuevamente iremos recuperándonos en esto también".