36 femicidios en lo que va del año
Según esa legislación, el femicidio es el asesinato de una mujer realizado por quien es o ha sido su esposo o conviviente.
Los casos de violencia extrema contra la mujer están mucho más presentes en nuestro país de lo que creemos. El último caso se registró el pasado 2 de octubre, en Puerto Montt. En la capital regional de Los Lagos, Ana Millán Antileo, de 48 años, habría sido asesinada por su conviviente. El sujeto se encuentra detenido y formalizado por el delito de femicidio.
Cuando en diciembre de 2010 se promulgó la ley Nº 20.480, que castiga la violencia intrafamiliar, el número de femicidios tuvo una leve disminución inicial, pero éstos aún son significativos, lo que revela que falta mucho para lograr un cambio cultural. Según esa legislación, el femicidio es el asesinato de una mujer realizado por quien es o ha sido su esposo o conviviente. Este delito es la forma más extrema de violencia contra las mujeres y es una muestra de que en nuestras sociedades todavía se cree que los hombres tienen derecho a controlar la libertad y la vida de las mujeres.
En lo que va de este 2019, se han registrado en Chile 36 femicidios consumados y 82 femicidios frustrados
El término femicidio ha sido reconocido en muchos países como el asesinato de una mujer por parte de su pareja.
Según las encuestas, el 35,7% de las mujeres reconoce haber sufrido violencia durante su vida, lo que ha atentado su dignidad y en muchos casos ha destruido la familia. Pero se estima que -en promedio- una mujer demora alrededor de siete años en decidirse a denunciar esta situación, y ese retraso es el que en ocasiones resulta fatal.
Si bien son comportamientos complejos y difíciles de modificar, porque están arraigados en parte de la población, lo que de ninguna manera justifica nada, se observa que hay un mayor conocimiento sobre la violencia de género y que las mujeres están más conscientes del riesgo que corren cuando se registran esos episodios, por lo que se atreven a denunciar. Es importante que así ocurra, para prevenir estos crímenes que dejan familias mutiladas por el dolor y con consecuencias difíciles de imaginar para todo el círculo cercano de las víctimas y la sociedad.