La política de estirar el chicle
En las noticias cada día muestran más heridos, más destrozos, más muertos; reportes de abusos de quienes tienen el poder de fuego, ¿los afectados?: jóvenes, trabajadores. En la otra vereda veo declaraciones de los máximos de las policías diciendo que han hecho un buen trabajo…. No veo autocrítica en la policía. Un herido, un cadáver debería ser signo de fracaso en la labor de mantener el orden público. Percibo conformidad, como si fuera normal matar.
¿Qué poca memoria hemos tenido como país?, no han pasado 50 años. Nosotros nos estamos repitiendo la historia, mis hijos no pensaban que iban a vivir el "toque de queda", era historia. Me habría gustado haber cumplido la promesa de "nunca más". En todo caso, es un modelo copiado desde siglos, recordar la mal llamada "pacificación de La Araucanía", donde cazaban a nuestros ancestros.
El Gobierno debe tomar las acciones para terminar ya con este caos. No hay más días para seguir estirando el chicle, no es una negociación, no es un negocio, somos personas. Sin ser adivino, vaticino que pasado un mes, todo lo que hasta hoy no es posible lo será. A modo de ejemplo: en lugar de tener congreso constituyente tendremos asamblea constituyente; tendremos fijación de precios de los remedios; no habrá más AFP cómo funcionan hoy y los deudores CAE tendrán condiciones normales para sus deudas.
Luis Toro
Evo Morales
Al final, y afortunadamente, él renunció gracias al ultimátum de los militares bolivianos.
Evo Morales integraba el reducido grupo de gobernantes apernados en sus puestos, al igual que lo hicieron Fidel Castro en Cuba, Hugo Chávez y el vigente Maduro en Venezuela, grupo que se aprovechó de la riqueza natural de sus respectivos países - el petróleo - para asegurarse personalmente de inmensas fortunas.
Conociendo la insistencia de Evo Morales por permanecer como Presidente de Bolivia despreciando el resultado de anterior votación, me imagino que su actual paso al lado como Presidente es una estrategia provisoria, dejando decantar este momento para volver a presentarse en la próxima elección en reemplazo de quien asuma ahora. Ojalá que los militares locales adviertan esta estrategia, y procedan convenientemente.
David Benavente
¿Generamos realmente un impacto?
Sabemos que en nuestro país la vegetación es muy abundante, cubriendo esta al menos una superficie de 17,66 hectáreas, lo que equivale a un 23,3% de la superficie del territorio nacional total, lo cual es subdividido en 14,41 hectáreas de bosques nativos y 3,08 hectáreas de plantaciones forestales.
Estos datos han cambiado a través del tiempo, dejando así demostrado que la deforestación en Chile central es mayor que en la Amazonia, dado que desde el principio del siglo XXI Chile ha perdido el 83% de su vegetación original, mientras el Amazonas ha perdido solo el 14% de esta. cifras preocupantes, no?
Al parecer muchos de los habitantes de nuestro país no sabían el gran problema que nos acontece.
¿Cuanto tiempo más se podrá soportar entonces?
Úrsula Sánchez
Ojo por ojo
A este paso el Estado de Derecho se está limitando a la ley del talión...
Rodrigo Hernando Díaz
A propósito del concepto de libertad
En estos días nuestra sociedad se encuentran inmersa en un crisis social, donde muchas personas han salido a manifestar su descontento. Este marco ha propiciado una reflexión respecto a cómo se están desarrollando las distintas expresiones, es decir, qué acciones se realizan para conseguir el objetivo en cuestión.
Una posible respuesta en términos teóricos y prácticos es apelar al concepto de libertad para orientar las acciones en término colectivos e individuales. ¿Por qué se están produciendo estos actos?
Este cuestionamiento parece estar alejado en quienes son responsables de conducir nuestro país, su postura es más bien, represiva, poco dialogante y, lo que más preocupa, con un lineamiento castigador, existe una negación del carácter de libertad que cada persona posee para realizar la acción que más le parezca adecuada en función de los fines personales-sociales anhelados cuando estos se hacen cada vez más lejanos, y los bienes están distribuidos de forma desigualdad en favor de algunos (as) y no en beneficio de toda la población.
Por lo tanto, se hace urgente entender las demandas sociales solicitadas al corto, mediano y largo plazo, puesto que, si no son atendidas, las personas serán libres de buscar el camino más conveniente para seguir visibilizando sus problemáticas que hasta el día de hoy están sin solución.
Javier Antonio Huiliñir Curío