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La otra cara de los estudiantes de pedagogía

El Plan Rescate Lector se ha convertido en una gran herramienta para contribuir de manera eficaz en las necesidades educativas que hay en los sectores más vulnerables.¿Qué se sabe de los actuales estudiantes de pedagogía?
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He escuchado atentamente los resultado de la prueba Inicia y lo más probable es que el debate público pondrá a las universidades una vez más como blanco de las culpas y críticas. Se reinstalará el debate sobre mejorar la calidad del "insumo" humano para las carreras de pedagogía, incentivos, becas, sueldos, trabajo, para atraer a los estudiantes de 650 puntos o más, los más "talentosos". Lo cual podría cambiar la situación a partir del año 2018. Pero por otro lado, "traer a los mejores", me parece a los menos peyorativo para los actuales estudiantes de pedagogía; señalar que hay que traer a los mejores, significa que ¿entran los peores? y ¿qué se sabe de los actuales estudiantes de pedagogía?

Hace unos años, se publicó en la prensa una encuesta de la Universidad de Chile que señaló que las carreras de pedagogía son las que más han contribuido a la movilidad social, tomé el dato y me quedó dando vueltas en la cabeza. En esta encuesta, se informó que el 67% de los estudiantes de pedagogía proviene de hogares con ingresos inferiores a $270 mil al mes y que el 92% de las madres había completado sólo la enseñanza media. Así la movilidad social, en una sociedad marcada por las clases sociales como la nuestra, ha de entenderse como el desplazamiento, idealmente ascendente de una persona o grupo de una clase a otra. En la lógica de la meritocracia aquellos que se esfuerzan y tengan méritos puedan mediante este proceso mejorar su calidad de vida y subir en la escala social.

En mis actividades en docencia universitaria formando, entre otros, profesores, tuve la invaluable oportunidad de conocer y compartir con los estudiantes de pedagogía. Eran diferentes a los estudiantes de otras carreras y no puedo ni debo obviar el esfuerzo que hacían para -en muchos casos- sobrevivir... es digno de reconocimiento. Una gran mayoría trabajaba o tenía becas. Sobre un 85% de mis estudiantes eran la primera generación de toda la familia que asistía a la universidad. Luego, cuando se graduaban tuve la oportunidad de conocer la humildad y orgullo de esas madres y padres que lograban su hijo o hija profesional. Era el premio al esfuerzo de padres y jóvenes coronado por este tan valioso y sobrevendido anhelo social. Por su parte, los jóvenes lucían con orgullo el premio a su esfuerzo. Se había dado el primer paso de movilidad social, puesto que estos nuevos profesores, con todo lo que se pueda criticar de la formación recibida serán el ejemplo, para sus hermanos, vecinos del barrio y el futuro de sus padres y familias.