Lecciones de 40 años
Un convenio entre Conac y la salud pública permite atender familiar y médicamente a enfermos vulnerables y con un costo muy bajo; todo un ejemplo a nivel país.Así, no es un llamado a votar por un candidato u otro, sino a preguntarse porqué hacerlo o no.
Durante muchos años se pensó que los evangélicos eran proclives al régimen militar por su silencio frente al atropello a los derechos humanos, o por la condescendencia que varios de sus líderes tuvieron con las autoridades de la época.
Pero aunque muchos de los evangélicos callaron o aplaudieron, no todos lo hicieron. Algunos se la jugaron por enfrentar dichas violaciones, o proteger a aquellos que estaban siendo perseguidos, sin importar si eran afectos a un sistema que se planteaba como anti-cristiano, como el comunismo o el socialismo. Hubo evangélicos que pusieron su vida en peligro y debieron enfrentar las consecuencias.
Luego y como reacción a tantos años de atropellos, violaciones, enfrentamientos, deshumanización y abuso de autoridad, aunque se devolvió estabilidad económica y política, llegó la democracia en gloria y majestad, y los evangélicos comenzamos a entender que la estabilidad no lo era todo, y que era posible construir un país aun con diferentes miradas.
Pero muchos de los que hicieron un esfuerzo por devolver la democracia, unidos por una mística del respeto y la tolerancia a las diversas miradas, se les fue olvidando dicha mística, y finalmente pudo más el lobby y las prebendas del poder que llevaron a la Concertación a caer en escándalos de corrupción y de inoperancia, de echar a andar proyectos que no iban a funcionar, y de dar espacios a aquellos que no buscaban el bien del país, sino instalar sus propias agendas y poner los temas propios de grupos como temas país, condimentados con un lenguaje cautivador, como "derechos de las minorías", la "tolerancia" de todo, etc.
A 40 años del golpe, los evangélicos, espero, aprendimos con la dictadura que no todo lo que brilla es oro. Aprendimos que la Biblia tiene razón, que todo lo que toca el ser humano lo corrompe: lo que nos llevó a conquistar la libertad de un régimen tiránico, nos está llevando a ser esclavos de las libertades que destruyen la sociedad. También que, como cristianos debemos tener claras nuestras lealtades: primero Cristo. No debemos autoengañarnos usando su nombre para avalar nuestras preferencias políticas.
Así, no es un llamado a votar por un candidato u otro, sino a preguntarse porqué hacerlo o no. La respuesta para un cristiano deber estar basada en los principios bíblicos. No es un asunto de si el candidato(a) cae bien o mal, representa o no al partido de su preferencia, si es ateo o agnóstico, sino si realmente su programa afecta los principios que mueven nuestra fe.