Con menús saludables los niños pueden derrotar la obesidad
receta. Según el pediatra Pedro Barreda, experto en vida saludable, a la nutrición hay que agregarle una buena dosis de actividad física y reducción del nivel de estrés.
Erradicar del refrigerador y la despensa los alimentos y bebidas azucarados además de los lácteos altos en materia grasa es la primera medida que se debe adoptar para comenzar a vencer la epidemia de obesidad que vivimos actualmente, de la cual no se escapan los niños de La Araucanía.
De hecho, el último Simce de Educación Física reveló que el 48% de los alumnos de octavo básico sufre de sobrepeso u obesidad, convirtiéndola en la tercera región más obesa luego de Tarapacá y Atacama, condición que eleva el riesgo de enfermedades asociadas a la mala nutrición, tales como obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, entre otras.
Por ello, el Pedro Barreda, pediatra, experto en vida saludable y miembro del Consejo Médico Asesor de Herbalife, participó en capacitaciones en Temuco para promover estilos de vida saludable, en especial en los niños, quienes corren el riesgo de ser adultos con serios problemas de salud si hoy no se toman las medidas pertinentes.
A su juicio, los países que han logrado derrotar la obesidad se han centrado fundamentalmente en cambiar los hábitos a nivel familiar. "Al parecer hoy hay muchos adultos que se rindieron y muestran su sobrepeso con orgullo, pero nosotros, los médicos, no podemos rendirnos, y no podemos seguir propiciando estos ejemplos para nuestros niños", afirmó. Por tal razón, una de las primeras acciones es eliminar ciertos alimentos de la lista del supermercado y dejarlos sólo para eventos especiales como cumpleaños, Fiestas Patrias o Navidad.
el menú
Según Barreda, un buen menú saludable debe partir por un buen desayuno que contenga un lácteo sin grasa, un cereal de avena integral y una fruta.
La colación de media mañana debe ser una fruta como un plátano que da energía rápida o un cereal no dulce, o un yogur con cereal. El almuerzo puede elegirse entre pescados, carnes blancas, legumbres, verduras y en lo posible carbohidratos integrales como arroz o tallarines.
La merienda de media tarde puede ser una mezcla de frutas con un yogur natural.
Por último, la cena no más allá de las siete de la tarde puede ser lo mismo o algo parecido a lo que se consumió al almuerzo. Los postres no son necesarios, a menos que sea una fruta. "Estamos lejos de derrotar la epidemia, pero la mercadotecnia está reaccionando y está sacando platos más saludables. En el país estamos esperando la Ley Súper 8 porque es una herramienta para que no se expendan cosas dulces en los colegios. Lo que hemos visto en Estados Unidos es que cuando logramos comprometer a toda la familia, bajan de peso todos y existen referentes. Además hay que apostar fichas al ejercicio y a reducir el estrés buscando además formas de sana recreación", dijo el pediatra, quien cree que no antes de 20 años se reducirá la triste estadística que indica que uno de cada 10 de nuestros niños es obeso.