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Nuevas instalaciones acogerán a los ambulantes de la Feria Pinto

pagodas. Los vendedores callejeros autorizados del sector, serán beneficiados a fines de noviembre con kioscos para realizar sus actividades comerciales.
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Con el fin de cobijar a los comerciantes ambulantes ubicados en el sector de la Feria Pinto, serán construidas ochenta "pagodas" o refugios en las calles Balmaceda y Aníbal Pinto.

La iniciativa, financiada por el municipio, beneficiará a los más de ochenta integrantes de la Agrupación Persa Temuco, organización que reúne a los comerciantes autorizados del sector, quienes llevan alrededor de trece años ofreciendo sus productos en la vía pública.

"Son personas que han estado casi 13 años en la calle, y con el fin de ordenar el comercio ambulante callejero y darle mejores condiciones a la gente, se ha comenzado la construcción de éstos puestos", señala el director del Departamento de Desarrollo Comunitario de la Municipalidad de Temuco, Gilberto Montero.

Con una inversión cercana a los $65 millones, se espera que estas instalaciones, inspiradas en los buenos resultados de las pagodas del centro de Temuco, sean entregadas a fines de noviembre próximo.

CONTENTOS

"Nosotros le dimos vida a estas cuadras. Cuando no estábamos nosotros, esto era una cosa muerta", cuenta orgulloso Willy Melo, presidente de la Agrupación Persa Temuco, que congrega a aquellos vendedores que pagan mes a mes la patente que les permite efectuar su actividad comercial en el marco de la ley.

Lluvia, frío y el excesivo sol estival han sido los principales enemigos de estos comerciantes, que venden desde ropa hasta antigüedades.

Ante tal escenario, el sentimiento general de los trabajadores es de alegría, puesto que tendrán un lugar que les permitirá paliar las inclemencias climáticas.

"Uno de los problemas es estar a la intemperie, el no tener un lugar más digno donde cobijarnos, sobre todo en el invierno. Cuando llueve no se puede trabajar, y esos días llego a las 7.30 de la mañana aquí para poder tener un espacio", relata Luciana Bustos, una de las futuras beneficiadas, quien agrega que, en promedio, los ambulantes desarrollan su actividad entre las 9 y las 18 horas.

En tanto, los "vecinos establecidos" de los ambulantes, señalan que la relación no sólo es cordial, sino que la llegada de éstos hace trece años también les ha traído más dividendos a ellos.

"Es cómodo que ellos puedan trabajar mejor, que tengan un techo, porque uno aquí ve que se mojan, pasan frío y sufren en el verano con el calor. La relación es súper buena, de hecho, ellos nos traen más clientes porque circula más gente. Es beneficioso para todos", dice Karina Henríquez, de la Panadería El Sol.

Por su parte, uno de los clientes habituales de esta Feria de Las Pulgas, Iván Vera, comenta que una de las virtudes del lugar es que "aquí hay cosas de calidad, usadas pero más baratas".

Bajo este escenario, se espera que la construcción de estas pagodas, cuyas medidas son de 1,50 metros de ancho por 2,50 de largo, demore 80 días, por lo que se estima que estarán listas antes del caluroso verano.

MODIFICACIÓN

A pesar de las buenas relaciones entre el comercio establecido y los ambulantes, el dueño de uno de los locales del sector presentó un recurso de protección, puesto que la construcción bloquearía uno de los accesos a su negocio.

"La próxima semana esperamos solucionar el problema y comenzar las faenas por calle Balmaceda. El alcalde ya dio las instrucciones para permitir adecuar el proyecto, para que esta persona tenga un acceso pertinente por calle Pinto", explicó Gilberto Montero.