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Los Carnavales contagiaron a Temuco

danza. El Bafote montó un espectáculo profesional de primer nivel, con bailes de Sudamérica.
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Venezuela, Brasil y Colombia, además de un paseo por Chile, fueron las temáticas abordadas anoche, en el Teatro Municipal de Temuco, con "Carnavales".

El espectáculo fue el fruto de un arduo trabajo coreográfico, de investigación y musical de parte del Ballet Folclórico de Temuco, Bafote, a cargo de su director Marcelo Alvarado.

Dividido en dos actos, la segunda parte fue el nervio central de esta gala, con la interpretación de tres tradicionales carnavales latinoamericanos, considerados entre los más grandes del mundo: Calipso del Callo de Venezuela, el de Barranquilla de Colombia y, por supuesto, el más popular de todos, el Carnaval de Río de Janeiro de Brasil.

Cada uno tuvo sus características, las cuales fueron trabajadas minuciosamente desde lo coreográfico hasta el vestuario. Fueron 20 parejas de bailarines y 25 músicos que interpretaron los sonidos ciento por ciento en vivo. Hubo batucadas, bronces, cuerdas y voces.

En cuanto a vestuario, hubo 13 vestuarios distintos, confeccionados por Alejandra Sepúlveda, con un cuidado y rigurosidad para lo cual se requirió un estudio y asesoramiento. En total, entonces, 130 atuendos. También hubo máscaras y casquetes.

PUESTA EN ESCENA

"Los tres tienen una similitud, en el sentido que tienen un espíritu caribeño. También coinciden en que son una mezcla entre la influencia de colonos europeos y los esclavos africanos", explicó Alvarado.

Y así se pudo ver en escena.

En la representación del Carnaval del Callao, se pudo apreciar la influencia de las Antillas Holandesa y Francesa, donde los habitantes de estas islas al llegar a Venezuela, influyen en el lenguaje. Por eso, la música que se escuchó anoche en esta parte, tuvo ese matiz de un inglés y francés mal pronunciado (denominado patuá), que fue la resultante de esta interculturación.

El colorido fue central en esta parte, así como la figura de "la madama", uno de los personajes icónicos del Carnaval del Calipso.

En tanto, el Carnaval de Río se presentó con una estética más europea que los anteriores, sobre todo referencias provenientes de Roma (por ejemplo, los cascos de las garotas).

Se trató de un show glamoroso y muy profesional, que tuvo como preludio el cuadro "Geografía" que fue un viaje dancístico por el territorio nacional.

Finalmente, el Carnaval de Barranquilla fue un espectáculo por sí mismo. Muy rítmico y vigoroso, su influencia principal es lo afro. Prueba de ello fue el frenético mapalé, un baile de raíces directas con el continente negro.

También hubo espacio para ensalzar a las "marimondas", que es una especie de bufón que se burla de los extranjeros ostentosos. Vestido casi de manera haraposa, pero alegre, este enmascarado de trompa gigante, recorrió el escenario de lado a lado con su burla arlequinesca.