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Sename investiga caso de joven mapuche adoptado por suizos

indagatoria. Joel Llanquinao fue llevado en 1984 al extranjero. Denunció que sufrió maltrato por su origen indígena. Hoy busca a su madre biológica.
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El Servicio Nacional de Menores (Sename) confirmó el inicio de una investigación a raíz del caso del joven mapuche Joel Llanquinao, de 29 años, quien fue adoptado en posibles circunstancias irregulares en septiembre de 1984 por parte de una familia suiza.

La carpeta es parte del programa Búsqueda de Orígenes del servicio, a cargo de la asistente social Paola Manzo, quien indicó que tiene 35 causas de niños adoptados en La Araucanía que buscan a sus padres biológicos.

El propio Joel Llanquinao hizo pública a El Austral su historia de abandono y maltrato, cometida por parte de sus padres adoptivos de Suiza.

Manzo explicó que en febrero de 2013 conocieron a Joel Llanquinao, quien les contó por qué buscaba a su familia biológica en Temuco. Eso sí, precisaron que el primer acercamiento fue 2011, en el Sename nacional, con sede en Santiago.

Dijo que en las primeras indagaciones se estableció que en el Registro Civil no existía una filiación adoptiva.

"Aún así él insistió en poder conocer cuál es su familia biológica, el caso fue derivado a nosotros", dijo Manzo.

En ese contexto pidieron al Hospital Hernán Henríquez Aravena un listado con todas las mujeres que dieron a luz el día en que nació Llanquinao -el 9 de agosto de 1984-, sin embargo, por la nueva ley que protege a los pacientes no accedieron a la información.

Ante esto pidieron mediante un oficio la partida de nacimiento en el registro civil, donde pudieron establecer que Llanquinao no nació el hospital, sino en un domicilio de la ciudad.

Manzo precisó que la última diligencia hecha fue pedir al Servicio de Salud Araucanía para tener algún antecedente del nacimiento de Llanquinao, dato que aún no recepcionan.

"La situación de Joel es muy compleja. Siempre en entrevistas me ha dicho que quiere tener un referente para poder identificarse", agrega.

Consultada la directora regional del Sename, Claudia de la Hoz, sobre potenciales acciones legales a seguir, si se descubren irregularidades en la adopción del joven dijo que "dependerá de los insumos que obtengamos. Si es un hecho constitutivo de delito, lo vamos a denunciar".

investigación privada

En el proceso de búsqueda también lo ayuda el ex carabinero e investigador privado Teobaldo Asenjo, quien entregó datos sobre el avance de su trabajo.

Por ejemplo, comentó que durante esta semana tomará contacto directo con la familia adoptiva del joven, con el fin de poder conocer más detalles de la adopción.

Inclusive si hubo o no el pago para concretar el trámite de adopción. Hasta el momento estableció que en el papeleo aparecen como personas que entregan al niño, de siete semanas en ese momento, dos estudiantes en práctica del área social del Juzgado de Menores.

"Conversé con estas personas. Una de ellas me dijo que se enviaron unos 50 niños al extranjero. La otra persona me ratifico que se hacían este tipo de trámites", afirma.

Y también figura una tercera persona en las diligencias como testigo. Asenjo cuenta que se trata de un varón adulto, quien tiene rasgos físicos muy similares a Llanquinao. Sin embargo, descarta cualquier vínculo con la adopción.

derechos humanos

Herman Carrasco, vicepresidente del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Cinprodh), aseguró que existen indagatorias en Santiago en situaciones similares a la joven mapuche.

Comentó que se han detectado casos mujeres embarazadas que fueron detenidas durante la dictadura militar, a quienes se les arrebataron sus hijos.

"Es posible que la entrega de niños mapuches a matrimonios extranjeros esté dentro de esa política, que fue totalmente tapada por la dictadura. Es una opción", señaló.

Son organismos de derechos humanos, centralizados en Santiago, quienes están coordinando este trabajo, incluso con muestras de ADN.

Aucán Huilcamán, vocero del Consejo de Todas las Tierras, dijo que conoció en las ciudades suizas de Ginebra y Zúrich a al menos 50 jóvenes mapuches que querían conocer su origen.

"Aquí hay responsabilidad del Estado, porque rompió la relación familiar-comunitaria con estas personas que buscan sus orígenes. Es legítimo presentar una demanda por el daño cultural", dijo.