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Ilusión, técnica, mucho trabajo y buen humor. Todas esas combinaciones dieron como resultado el "Teatro Negro de Praga", espectáculo que anoche se presentó en el Teatro Municipal de Temuco.

El espectáculo fue una especie de antología histórica de los montajes que a lo largo de sus años ha efectuado esta compañía checa, con más de 50 años de vida.

Por eso en cada puesta en escena había una sutil sensación de estar viendo algo antiguo, ya sea por la música (muy de los años sesenta) como por ese humor inocente y blanco.

Un teatro de sombras, con objetos fluorocentes que se trasladaban mágicamente de un lado a otro, conformando un show único y que fue aplaudido por los espectadores a cada minuto que era pertinente hacerlo.

"La lavandera" y "El fotógrafo" fueron las primeras obras, donde de inmediato se vio el pulcro trabajo que desarrolla esta compañía.

"Las maletas" y sobre todo "El violinista" (gran actuación) pusieron la nota graciosa, tras lo cual "El prisionero" ofreció la magia del romanticismo.

"El mago", "Los faroles", "El pescado" y el insólito western "El caballo", concluyeron un espectáculo único, que se realizó con un recinto a su máxima capacidad.