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Porma ofrece al visitante el agreste encanto de sus acantilados costeros

Teodoro Schmidt. Muy cerca de la localidad de Hualpín se encuentra este balneario erosionado por el mar.
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"Es un lugar precioso que conocí hace un par de años por casualidad, viajando de mochilero y viendo el mapa. Este año fui con mi pareja. El lugar está más concurrido, pero es bellísimo. La gente local es muy amable…".

"¿Porma? lo conocí hace 4 años y ayer volví nuevamente. Es un lugar maravilloso donde todavía no llega la mano del hombre, un lugar rústico, donde uno se puede conectar realmente con la naturaleza y con Dios. Les recomiendo que conozcan la costa de La Araucanía, pues hay lugares como éste: tranquilos, poco concurridos y realmente hermosos".

Javier y Jacqueline son dos de las muchas personas que han dejado inscritos sus comentarios en la página web chilesorprendente.com para destacar una zona de la costa de La Araucanía que si bien no ha alcanzado la popularidad de Queule o Puerto Saavedra, asombra por su belleza y el estado salvaje de su naturaleza: la playa de Porma, en la comuna de Teodoro Schmidt.

Con sus arenas negras y finas, el sector se ubica a 12 kilómetros de la localidad de Hualpín.

DESDE ARGENTINA

Cuatro comunas de la Provincia de Cautín cuentan con mar: Nueva Toltén, Teodoro Schmidt, Puerto Saavedra y Carahue.

De ellas, sin duda la costa teodorina es la más desconocida, si bien cada vez llegan más visitantes en verano a disfrutar de la agreste naturaleza.

"En enero y febrero viene harta gente, sobre todo de Hualpín y de Puerto Domínguez. El camino está bueno, así es que la gente viene a disfrutar del agua y a tomar sol", señala la vecina Ana Bravo, cuya casa se encuentra apenas a 500 metros del mar. "Incluso ahora se está construyendo un local cerca de la playa para atender a los visitantes".

Ana Bravo y su familia llegaron desde Comodoro Rivadavia, Argentina, hace 35 años a instalarse en Porma.

"Queríamos un pedazo de campo y finalmente terminamos aquí al lado del mar", apunta. "La verdad es que vivir tan cerca del océano ahora es bastante peligroso, antes no me daba miedo, pero después del terremoto del 2010 la cosa ha cambiado. Los temblores que hubo después y las marejadas de mediados de este año han hecho salirse al mar".

La prueba de ello, asegura la vecina, está en cómo el océano ha ido erosionando los acantilados, tan característicos de esta parte de la costa.

"El mar está llegando al camino, y eso que ya ese camino se corrió hace años atrás. En un tiempo más me imagino que tendrán que correrlo de nuevo para evitar que en una subida el mar vaya a cubrirlo".

ACANTILADOS

La erosión del océano es incesante, rompiendo la piedra y creando cavernas a lo largo de la costa de Teodoro Schmidt.

Solo un par de metros más arriba, el camino que bordea el mar hoy es transitado principalmente por carretas tiradas por bueyes y uno que otro aventurero en moto.

Luis Alberto Pichún, nacido y criado en la comunidad Pedro Antivil, es uno de los conductores de las pintorescas carretas de bueyes.

"Acá la carreta es uno de los medios de transporte y de carga más utilizado", asegura Pichún. "Yo por ejemplo hago ahora un recorrido de 2 horas desde mi casa hasta la parcela en la que estamos trabajando con otros vecinos y familiares. La mayor parte de la gente de este sector vive de la agricultura, papas sobre todo, y de la crianza de animalitos".

De acuerdo con lo señalado por este pequeño agricultor, el avance del mar es motivo de preocupación.

"El mar está poniendo en riesgo al sector, y es un tema que hemos dado a conocer a las autoridades. Día tras días el mar se viene carcomiendo la orilla", apunta Pichún.

HUALPÍN

La localidad de Hualpín también conecta a través de un camino interior con la pintoresca zona de Puerto Domínguez, en Puerto Saavedra, siendo posible encontrar emprendimientos a la orilla del camino y donde destaca la Red Turística del Lago Budi.

"En Llaguepulli hay gastronomía, artesanía, cultura lafquenche, abierta al visitante", señala su representante legal, Mauricio Painefil.

Mientras, en Porma algunos visitantes comienzan a llegar para disfrutar del aire marino. Al lado de la playa principal, algunas construcciones a medio levantar -emprendimientos orientados a entregar distintos servicios al veraneante-, muestran que lentamente este hermoso pedazo de Teodoro Schmidt comienza a abrirse a las posibilidades del turismo.