Pediatras alertan en Japón del riesgo de que los bebés usen teléfonos inteligentes o tablets
La Asociación Japonesa de Pediatría inició una campaña para restringir el uso prolongado de los teléfonos inteligentes y tablets a modo de juguetes para bebés y niños pequeños, por suponer un riesgo para su desarrollo, informó ayer la cadena NHK.
Bajo el título de "No permitas que los smartphones sean una niñera de tus hijos", la campaña prevé la colocación de carteles en las clínicas pediátricas del país para instar a los padres a no dejar a sus hijos jugar durante mucho tiempo con estos dispositivos.
En concreto, los pediatras consideran que el uso prolongado de las pantallas genera niños más pasivos, mientras que la falta de contacto físico con otras personas provoca falta de interacción y merma el desarrollo saludable de los sentidos de los pequeños.
Además, la asociación nipona alerta del incremento del número de casos en los que los padres sustituyen los juegos o las lecturas con sus hijos por un teléfono inteligente o una tablet que, dotados de aplicaciones y películas, los mantienen ocupados durante horas.
En este sentido, el presidente de la asociación nipona, Takamitsu Matsudaira, sugiere a los padres restringir el uso de estos equipos y pasar más tiempo hablando y jugando al aire libre con sus hijos para no interrumpir su desarrollo.
Mientras, empresas de contenidos específicos para menores en tablets y teléfonos inteligentes, como la tokiota "Smarteducation", se defienden asegurando que sus programas deben usarse con moderación y no tienen por qué romper el equilibrio ni la relación con el niño.
Para el presidente de la firma, Daigo Ikeya, sus aplicaciones (que llevan hasta la fecha cinco millones de descargas) han sido creadas con el asesoramiento de expertos en el objetivo de fomentar la relación con los niños y para que sirvan como herramienta para complementar su desarrollo.
En abril, un estudio de la Universidad Dankook de Corea del Sur encontró una correlación entre el riesgo de los niños de desarrollar trastorno por déficit de atención con hiperactividad, con el uso desde temprana edad de un celular. Ese mismo mes se conoció el caso de una niña británica de cuatro años que debió recibir tratamiento siquiátrico luego de volverse la "adicta" a las tablets más joven del mundo.