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Con un 10% de ausentismo se vivió el primer día de la PSU

Jornada. Hasta los 14 locales de rendición de Temuco llegaron miles de jóvenes ilusionados con un futuro profesional y los reincidentes en búsqueda de oportunidades.
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Es 2 de diciembre, son las 8.45 de la mañana y por la desolada calle Braulio Sandoval de Pueblo Nuevo camina rauda María Angélica Concha.

Con el habla entrecortada, y mientras apresura el paso para llegar cuanto antes a la Escuela Alonso de Ercilla, donde le corresponde dar la PSU, cuenta que partió la jornada con una buena dosis de estrés.

"Recién ayer me enteré que había que traer la tarjeta, menos mal que había llegado hace rato y salí a buscar un lugar para imprimirla, el ciber del negocio no estaba atendiendo, pero el caballero me ayudó igual", comenta, mientras otro joven en la misma situación logra sobrepasarla.

INGRESO AL LOCAL

INGRESO AL LOCAL

Para la tranquilidad de María Angélica, aunque faltan unos minutos para las 9 de la mañana (hora de partida de la PSU de Lenguaje y Comunicación), en su local hay una larga fila con más de 50 jóvenes esperando entrar al establecimiento.

Sus rostros evidencian ansiedad e incertidumbre y la fila avanza lentamente. Esto porque a pesar de las recomendaciones que figuran en el sitio del Demre y que se hicieron el domingo en el reconocimiento de salas, la gran mayoría llegó con carpetas, mochilas, celulares y reproductores de música, pertenencias que al momento de pasar por la puerta eran solicitadas y debidamente marcadas para ser devueltas.

En la fila, los aspirantes a la educación superior guardaban silencio y cada uno avanzaba en compañía de sus emociones, historias de vida y anécdotas de último minuto.

Camila Henríquez, con mucha simpatía, rompe el silencio que hay en la fila y confiesa a El Austral que el estrés la superó el domingo hasta el punto de tener que ir al médico.

"Estudié tanto la última semana que llegué a enfermarme. Ayer sufrí de vértigo y tuve que ir al médico, por eso ahora ando un poco mareada, pero tengo que tomar unos remedios y todo va a estar bien", precisa Camila, quien pese a todo tiene fe de poder sacar un puntaje que le permita estudiar obstetricia.

Y cuando ya son las 9.15, Nayadet Riadi, funcionaria del establecimiento, respira hondo con un alto de carpetas en sus manos. Todos los estudiantes de la fila ingresaron y se cierran las puertas del local: la PSU 2013 acaba de comenzar.

AUSENTISMO

AUSENTISMO

Salvo las historias de vida, sin importar la edad ni condición, la primera jornada de la PSU, siendo más de 14 mil los inscritos en la Región, se efectuó con regularidad y en norma de acuerdo a lo estipulado.

Al respecto, la secretaria regional del Demre, María Cecilia Fuentes, aunque afirma que es muy pronto para realizar un balance, se atrevió a estimar en un 10% el ausentismo de los aspirantes .

"La PSU se rindió sin problemas y todos aquellos que llegaron sin los documentos solicitados fueron asistidos en sus locales y pudieron dar la prueba como todos los demás", recalca.

PERSEVERANCIA

PERSEVERANCIA

El primer RUT que encabeza el listado de los más de 14 mil inscritos en la Región es todo un ejemplo de perseverancia.

Se trata de José Segundo Poffald Angulo, quien nació el 25 de agosto de 1947 y con sus 66 años a cuestas está rindiendo la PSU de manera simultánea junto a una de sus hijas que acaba de salir de cuarto medio.

En su bicicleta llegó hasta el Liceo Pablo Neruda, siendo su rostro familiar para los examinadores, ya que ha dado la PSU unas 5 veces. Su perseverancia incluso es anterior a la PSU: 2 veces rindió la otrora PAA y en la década del "60 el Bachillerato.

La primera vez que ingresó a la universidad en Temuco fue el año 1964 a la entonces Universidad Técnica del Estado a estudiar Técnico Mecánico. Con posterioridad señala que ha estudiado varias carreras y que por responsabilidades familiares y económicas ha tenido que interrumpir el proceso.

Confiesa que esta vez está dando la prueba porque su meta es reingresar a la carrera de Pedagogía en Educación Intercultural de la Universidad Católica de Temuco, la cual tuvo que abandonar por privilegiar los estudios de sus hijos.

"Espero tener un puntaje destacable, ojalá nacional y lo quiero usar como publicidad, ya que yo hago clases particulares de matemática, física y química y de volver a estudiar, lo haría el 2015", precisa.

ADVERSIDAD

ADVERSIDAD

En el local Pablo Neruda también estaban las salas especiales del proceso. En ellas rindieron la prueba 5 estudiantes en situación de discapacidad y en silla de ruedas.

Tatiana Inostroza (20) de Vilcún es una de ellas. Padece de atrofia muscular progresiva de nacimiento y llegó acompañada de su mamá.

Como no está en condiciones de marcar las alternativas de la PSU, fue asistida por el profesor José Vivallo, quien destacó su esfuerzo, carisma y empuje.

Tatiana está acostumbrada a sortear obstáculos y esta vez desea dar vuelta la página y volver a empezar. "Estaba estudiando contador auditor en la Ufro, pero tuve malas experiencias asociadas con la integración que afectaron mis estudios, al final fui eliminada de la carrera, por eso ahora quiero volver a empezar la misma carrera, pero en otra universidad", detalla.

Y si de segundas oportunidades se trata, en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Temuco también hay 47 jóvenes que ayer rindieron la PSU, pese a que están privados de libertad.

Soni Calfante (24) es uno de ellos, quien por el delito de robo está purgando una pena de 5 años. "Fueron las malas juntas lo que me llevó por el mal camino y aquí estando preso saqué mi enseñanza media y de eso estoy muy orgulloso. Mi idea es seguir progresando y estudiar algo técnico", asegura Soni, quien dijo estar muy agradecido de esta segunda oportunidad.

¿CÓMO ESTUVO?

¿CÓMO ESTUVO?

Aunque divididas estuvieron las opiniones respecto de cómo estuvo la prueba de Lenguaje y Comunicación, ya que mientras para unos estuvo muy fácil, para otros demasiado ambigua.

Y como dato anecdótico, en lo que sí hubo mayor coincidencia y que complicó a muchos fue nada menos que un soneto de Pablo Neruda dedicado al salitre. "Esa parte estaba difícil y bastante enredada. Entre otras cosas había que reconocer el texto e identificar figuras literarias", dice Álvaro Rojas, a la espera para entrar a dar la prueba de Ciencias.

"Aunque es muy pronto para hacer un balance, se estima que el ausentismo fue cercano al 10%. La PSU se rindió sin inconvenientes y todos aquellos que llegaron sin documentos fueron asistidos y pudieron dar la prueba".

María Cecilia Fuentes,

directora regional del Demre