Feria del Juguete: bueno, bonito y barato para celebrar la Navidad
Novedades. Desde el robot "Gangnam Style" hasta un surtido de muñecas interactivas para las mini mamis de hoy se pueden hallar en los puestos. Ya no basta con hablar, recitar y cantar, ahora crecen de noche.
"Bueno, bonito y barato", esa es la consigna de la tradicional Feria del Juguete que se levantó en la plaza Teodoro Schmidt de Temuco.
Basta ir con un poco de paciencia y pocas "lucas" y en sus 223 locales, que están abiertos de 10 a 22 horas, es posible hallar ese regalo especial, cuyo único objetivo es que logre iluminar el rostro de un niño o un ser amado en esta Navidad.
En esta feria todo se mira y además se puede tocar. Los locatarios, distribuidos en los 5 sindicatos, son los dueños e inversionistas de sus propios puestos y, por lo mismo, atienden con dedicación exclusiva.
Y como la tendencia es que los juguetes sean interactivos, el cliente puede verlos en acción antes de decidir si cumplen o no con las expectativas.
GANGNAM STYLE
GANGNAM STYLE
Este año hay dos juguetes que han causado sensación al ritmo del pegajoso hit Gangnam Style (Baile del caballo) del surcoreano PSY.
Uno de ellos es el Robot Bailarín ($6.500) y el otro un micrófono pedestal (12.990) con amplificación incluida, a la cual se le puede conectar karaoke.
El Robot Bailarín sólo mide 25 centímetros y pese a su fuselaje acorazado e iluminado basta con encenderlo y comienza a bailar al estilo "Gangnam" de manera desenfrenada. Su coreografía además incluye muchos giros y movimiento de sus extremidades superiores e inferiores.
Uno de los puestos que lo trajo es el de Yocelyn Labrín (27) y cuenta que ha sido grito y plata. "Ha gustado mucho, a los niños los divierte y sólo cuesta $6.500", comenta Yocelyn, quien prácticamente se crió en el puesto de sus padres y correteando por todos lados de la feria.
"Tengo los mejores recuerdos y hasta el día de hoy me gusta estar aquí. Somos como una gran familia y con los vecinos nos conocemos de toda la vida", recalca.
Es más, Yocelyn no recuerda una Navidad que no esté ligada a la feria. "Con los años todo ha evolucionado, antes había otra mística: aquí se cocinaba la cena de Navidad y se abrían los regalos, ya que se trabajaba hasta la una de la mañana, dormíamos aquí para cuidar las cosas, era como venirse un mes a quedarse a la plaza", sostiene.
El papá de Yocelyn, Wenceslao Labrín (66), es uno de los vendedores fundadores de la feria. Pertenece al sindicato N° 1 y después de 3 décadas reconoce que aunque se trata de un trabajo sacrificado, literalmente de sol a sol, "lo hacemos en familia, lo disfrutamos y después de las fiestas nos damos un gustito. El año pasado, por ejemplo, nos fuimos todos en auto a recorrer la Isla de Chiloé", señala.
Wenceslao, quien durante el resto del año maneja su taxi, confirma que los albores de esta feria siempre estuvieron ligados con la calle.
"Comenzamos en esta plaza y después de varios años de itinerancia volvimos al mismo lugar. Como familia al principio teníamos un solo puesto y ahora ya son 4. Es una cosa por otra, ya que la Navidad en casa y de manera tradicional no la conocemos. A cambio, se compra un pollito y aquí mismo se celebra, nos abrazamos y se abren los regalos", manifiesta.
NOVEDADES
NOVEDADES
Si lo que se busca es sorprender, Viviana Villablanca trajo a sólo 3 mil pesos unos simpáticos picaflores de jardín. "Funcionan con unos pequeños paneles solares adheridos en la parte superior de los mástiles y mientras haya luz el picaflor no se detendrá y volará en círculos. He vendido muchos, llaman harto la atención, se los llevan para la tercera edad sobre todo", reconoce Viviana.
Y para acompañar al picaflor en su vuelo, Luis Quezada, quien trabaja desde hace 15 años en la feria, no para de vender el parlante multimedia en forma de lata ($10.000)
El cliente puede elegir el diseño: hay de reconocidas marcas de cerveza y de gaseosas. "Trae radio, tarjeta micro SD de memoria, conexión para audífonos y pendrive", enseña Luis, mientras le conecta música a una lata Heineken y comienza a rodearse de curiosos potenciales clientes.
Para las mini mamis de hoy la feria tiene prácticamente de todo. Pero como cada año, lo que manda son las últimas gracias que es capaz de hacer un bebé o una muñeca, Wladimir Lorca tiene una de las más originales. Se trata de la muñeca que crece. Cuesta $19.000 y una vez que se toma su mamadera y se va acostar, su mini mami descubrirá al levantarla que ha crecido 10 centímetros.
También está la "bebé gestitos" : llora, cierra y abre los ojos mientras toma su mamadera y cuando termina comienza a roncar al ritmo de su guatita que se alza y contrae.
Las barbies están en todos los tonos y oficios posibles. Las hay desde la módica suma de $1.500. La más novedosa la trajo Yesenia Pérez y se trata de la barbie embarazada ($2.400). El set incluye un bebé desmontable desde el útero, una hermanita y ropa.
Y para que quede claro que la tecnología manda en este siglo, el nostálgico balancín estilo caballo de madera ahora canta, relincha y balancea su cola. ¡Cómo para que se aburra su jinete!