profesor de Educación

Física.

Durante 12 años, Guillermo Burgos estuvo en Andorra. El profesor de Educación Física se radicó en el país ubicado entre España y Francia y trabajó en labores formativas.

El temuquense se enfocó en el fútbol y ahora volvió a su ciudad para compartir la experiencia recolectada en el Viejo Continente.

"Estoy feliz de volver a mi tierra y de poder trabajar en este campus de verano en la Universidad de La Frontera", dice el profesional, que también es entrenador de fútbol y preparador de arqueros.

- ¿Cuánto sirve en el largo plazo el trabajo con las escuelas deportivas de verano?

- Sirve mucho. A través de ellas se inculca en los menores el hábito de hacer actividad física y la necesidad de tener hábitos alimenticios saludables. En estos espacios se empieza a formar a la persona.

- Es una batalla que hay que dar. No es fácil porque al frente tenemos elementos que llaman la atención de los chicos y que los llevan a estar detrás de un computador o a estar pendientes de un juego electrónico.

- La ilusión es la misma en todas partes. Los chicos quieren aprender un deporte y luego ven si sus aspiraciones son llegar a ser profesionales en estas especialidades.

- Estoy conversando con la gente de Deportes Temuco. Ahí veremos si se da la posibilidad de trabajar como preparador de arqueros de sus series inferiores y del fútbol femenino.