Dentro de la Villa Santa Carolina existe un problema mayor, donde residentes animalistas han comenzado a enfrentarse con la junta de vecinos del sector, puesto que éstos reclaman constantemente por los perros que circundan en el lugar, algunos con dueños y otros que son abandonados en el Camino Viejo a Cajón, razón por la cual el canil municipal visita con frecuencia el lugar. "El canil al recoger un perro tiene que estar seguro del perro que se llevan", señala Lisette Rico, vecina y protectora de Pipa. Desde la municipalidad no se refirieron al caso concreto de la perrita, sin embargo, comentaron que existe una ordenanza de tenencia responsable de mascotas que hace partícipe a los vecinos del cuidado de su animal agregando que parte del trabajo que se desarrolla es la implantación de un chip subcutáneo gratuito que permite identificar a los propietarios de las mascotas. Se realizó un llamado a ir a la clínica veterinaria municipal de calle Imperial número 40 donde pueden recibir atención gratuita y dicho beneficio.