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Los voluntarios de Techo-Chile sacrifican vacaciones por ayudar

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Nadia Campos

Mucho se habla hoy en día que los jóvenes son cada vez más egoístas, que ni se inmutan por el sufrimiento de los demás, pero hay 130 que desacreditan esa premisa; ya que sacrifican sus vacaciones y familias, se olvidan de sus teléfonos celulares, se desconectan de whatssap y de Facebook, todo esto para ir en ayuda de los más necesitados de La Región.

El compromiso con la sociedad y con los que más necesitan ayuda, es lo que mueve a dejar de lado sus vacaciones a los 130 voluntarios de un Techo-Chile zona sur, que han llegado desde el Maule, O'Higgins, Los Lagos, Los Ríos, Bío Bío y desde diferentes ciudades de la Región.

Estos voluntarios se dividen en tres grupos, los cuales paralelamente estarán realizando los trabajos en las distintas localidades de La Araucanía.

La motivación y las ganas de ayudar se podían palpar ayer en el acto masivo que se realizó en el Auditorio de la Universidad de La Frontera y que marcó el inicio de la labor solidaria. En el lugar, conocimos los testimonios de los jóvenes. Entre ellos estaba Carmen, coordinadora de los talleres quien comentó que una de las labores es enseñarle a los beneficiados un oficio para que puedan hacer un emprendimiento. Ella comenta que ha visto un sacrificado trabajo en los jóvenes que por varios meses se han estado organizando para llegar a la zona, participando en concursos para obtener los recursos y poder ayudar a las personas.

También está el caso de Tania que viene desde Valdivia y quien comenta que el disfrutar no pasa solamente por cosas materiales "sino que ver lo que puedes hacer por otras personas". Agrega que "hacer que otra persona esté bien y ayudarla hace olvidarme de que estamos en verano".

Otro caso es el de Thylo Kruse, quien vino especialmente desde Alemania para participar en esta iniciativa. Orgulloso lucía su polera de "Techo" y, a pesar de que no podía comunicarse fluidamente, explicó que considera injusto que existan campamentos y personas que estén en situación de vulnerabilidad lo que lo motivó a viajar miles de kilómetros para llegar a La Araucanía.

Los otros voluntarios lo acogieron como uno más lo que dijo lo hacía sentirse cómodo y entusiasmado para participar en la cruzada solidaria.

Los trabajos los realizarán desde el 17 al 26 de enero, en las tres localidades a la vez; estas son: en el campamento Villa Pidima, en Ercilla, donde construirán baños con fosa séptica para una comunidad que ha sufrido los estragos del conflicto que se vive en esa zona; paralelamente se encuentran trabajando en la comuna de Freire para construir igualmente una sede social con cierre perimetral en el campamento La Construcción que será de gran ayuda para los vecinos ya que han mostrado una notable capacidad de organización entre ellos, para lo cual necesitan un lugar físico donde reunirse. Finalmente, otro grupo se encontrará realizando trabajos en Nueva Imperial en el campamento Línea Férrea, donde construirán una sede social, además pavimentarán el acceso al campamento, ya que igual tienen personas con discapacidad que se les dificultaba la entrada a este, y también pondrán iluminación debido a que el último tiempo se ha convertido en un foco algo peligroso y de inseguridad para los habitantes, especialmente en la noche.

José Ignacio Valenzuela, jefe de trabajo zona sur de Techo-Chile, dice que en un inicio no se sabe muy bien a lo que se va a los campamentos, pero que al estar en el lugar se dan cuenta que realmente es necesario.

Los cerca de 130 jóvenes voluntarios se mostraban entusiasmados y motivados de participar de esta noble causa, todos con sus bolsos, mochilas, y por sobre todo unos bolsos cargados de empatía, y alegría de ir en ayuda de quienes lo requieren, donde además de ayudar, tendrán la oportunidad de compartir con los habitantes de los campamentos.

En las mañanas, y en las noches, los voluntarios se reúnen en sus respectivos grupos para poder conocerse un poco más, para así lograr un trabajo de mayor calidad, y para planificar lo que serán los trabajos del día. Luego, comienza el arduo trabajo del en conjunto con las personas de los campamentos.

Techo-Chile es una organización que surgió en Chile, específicamente en Curanilahue, hace más de 15 años, y nació por la necesidad de ir en ayuda de quienes no han tenido las mismas oportunidades tanto laborales, como económicas como otras personas; fue un grupo de jóvenes quienes decidieron embarcarse en esta gran aventura de la solidaridad, lo que ha dado sus frutos a lo largo de los años. Actualmente Techo-Chile se encuentra en 19 países de Latinoamérica, incluyendo: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

En primera instancia comenzaron a construir mediaguas, ya que era una enorme necesidad sobre todo en días de invierno, y más aún las familias que tienen niños pequeños y corren el riesgo de enfermedades respiratorias propias de la estación.