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En el sector Isla Negra temen que los incendios arrasen con sus casas

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Preocupados por el inminente riesgo de nuevos incendios se encuentran en el sector Isla Negra de Labranza luego de que protagonizaran uno que afectó a pastizales y matorrales en un sitio eriazo que se encuentra en villa Las Islas y que puso en peligro a establecimientos educacionales y viviendas que se ubican a pocos metros del lugar.

Los vecinos decidieron reunirse para tomar medidas que permitan mitigar el riesgo que presenta el predio abandonado y que es de propiedad del abogado Víctor Reyes, según se informó en la reunión sostenida con representantes de Bomberos, Carabineros, los directores de los colegios Ilwen y Los Robles, además de concejales de Temuco y funcionarios de la oficina de Aseo y Ornato de la municipalidad local, donde se buscaba una solución al problema que enfrentan en cada época estival.

Olga Muñoz, directora del colegio Los Robles, dijo que "frente al camino de calle Isla Negra, se ubica el predio cuyo dueño, a pesar de los reiterados episodios de incendio que se han registrado en lo últimos cinco años, con altos grados de riesgo para todos los vecinos del sector, no toma medidas de carácter permanente lo cual deja ver su indiferencia con la seguridad de todos nosotros".

Agrega que de manera permanente se ha requerido una solución definitiva, la cual no llega.

Por su parte, Roberto Mejías, del Movimiento Social Pro Comuna de Labranza dijo que ambos establecimientos educacionales y viviendas de particulares, que se ubican en villa Las Islas, se encuentran a poco metros de este sitio, separados sólo por una calle de ripio.

"La cercanía de este sitio con los colegios y las casas puede transformar todo en una tragedia mayor", argumentó.

María Elena Matamala, presidenta de la Junta de Vecinos villa Las Islas afirma que el terreno lleva varios años abandonado. "Se solicitó ayuda de los concejales y de la oficina de Aseo y Ornato porque durante los cinco años que se ha presentado el problema se ha insistido bastante para que nos ayuden, pero no se ha logrado mucho", explicó.

El municipio, a través de su departamento de Aseo y Ornato se comprometió a limpiar toda la zona que esté fuera de este sitio y que también cuenta con pastizales y matorrales.

El diario El Austral intentó infructuosamente comunicarse con Víctor Reyes para conocer su versión del tema.

La concejal de Temuco, Solange Carmine, ha insistido en varias oportunidades para contactarse con Víctor Reyes, propietario de este predio, no obteniendo repuesta.

"Él es de Temuco, pero creo que no se encuentra en la ciudad porque no ha respondido a mis llamadas. Seguiré insistiendo, si no logro contactarme con él pronto, iré a su casa a hablar de este tema", sostuvo.

Sobreviviente cuenta milagro que lo salvó de ser una de las 84 víctimas del "Cautín"

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Israel Sanhueza

Al cumplirse 66 años del fatídico accidente del vapor Cautín se recordó a las 84 víctimas que fallecieron en 1948 en el río Imperial. Se realizó una ceremonia cargada de emoción, recuerdos, historia y patrimonio.

El acto contó con la presencia de uno de los sobrevivientes de la tragedia, Osiel Baier López quien recordó los hechos.

"Yo tenía 10 años, viajaba con mi padre, madre y un hermano de cuatro años. El vapor fluvial Cautín salió con 60 centímetros bajo la línea de flotación, por la carga y el sobrepeso que llevaba. Iban a bordo unas 300 personas más o menos, nosotros veníamos en la parte superior del puente de mando y ahí se escuchaban todas las conversaciones de la tripulación donde comentaron en cuatro ocasiones que el barco estaba haciendo agua", recordó el hombre.

Osiel Baier se emociona al recordar lo sucedido. "De pronto las calderas se apagaron en toda la curva llamada "Vende Patos", antes de llegar a Nehuentúe, las máquinas se detuvieron. "El capitán Humberto Faúndez Cáceres hizo un viraje para encallar en la orilla pero la inercia y la corriente lo dejó atravesado y se tumbó hacia el río. La noche estaba muy oscura, la gente se tiró hacia el río y no hacia la orilla", dijo el sobreviviente. "Yo me salvé porque me aferré a una carreta que iba flotando por el río y luego me tomé de una señora de aproximadamente 80 años que me llevó hacia la orilla donde me encontré con mi madre, afortunadamente viva. Mi padre falleció y el cuerpo de mi hermano lo encontraron 8 días después", recordó con emoción Osiel Baier.

El acto de conmemoración se realizó en Nehuentúe con el depósito de una ofrenda floral en el río en memoria de los fallecidos, acto que se dio inicio a bordo de la lancha Santa Inés en el sector exacto de los hechos.

En la ceremonia se recordó además que Puerto Saavedr y Nehuentúe, en esos años vivía un fuerte flujo económico y comercial con gran presencia de negocios, molinos, y con un gran flujo de vapores que viajaban desde Carahue hacia la costa.

La tragedia que impactó a todo un país marcó un antes y un después en la zona costera de La Araucanía, y los sobrevivientes todavía recuerdan esa noche en que iban a las festividades de San Sebastián y que terminó en una de las tragedias más grandes de que se tenga memoria.