Admisión en Universidad Católica de Temuco
Quisiera agradecer a las familias que han confiado en nuestra universidad.
Durante estas semanas se ha vivido el proceso de admisión en las diversas universidades; con ello muchos jóvenes de nuestra Región y más allá de ella comenzarán a vivir su proceso de formación universitaria en nuestra ciudad; ocasión oportuna para reflexionar en torno a lo que significa la vida universitaria y también del aporte específico de la Universidad Católica de Temuco en nuestra Región, o en la llamada Macro Región Sur. La UCT en este año contó con más de dos mil admitidos en sus diversas carreras.
En primer lugar quisiera motivar a todos nuestros jóvenes para que en este período se preparen a lo que se acerca en el mes de marzo. Con esperanza han sido acompañados por sus familias en todo este proceso, aunque ya se acerca el tiempo en que personalmente tendrán que ir enfrentando esta nueva responsabilidad en sus vidas; para eso es bueno tomar conciencia que estamos dando un paso importante en el que no se puede eludir el compromiso propio. La universidad es más que una institución, es un proceso de vida.
La Universidad Católica de Temuco desde 1959 nació como pionera en la educación superior en nuestra Región gracias a la inspiración del Obispo de la época, Monseñor Alejandro Menchaca Lira. En ella se acoge a los hijos de las familias con mayores índices de pobreza en nuestra Región, y cuenta con una apuesta de educación interculturalque ha sido un acierto. En este año se han incrementado las matrículas de la Facultad Técnica en alrededor de 250 matriculados en las distintas ofertas que incrementan la propuesta académica de la universidad. Por otro lado, el programa de Bachiller creció demostrando la necesidad de orientación que requieren nuestros jóvenes, y que sin duda se ofrece para experimentar la vida universitaria con una propuesta integral. Las carreras del área de la salud fueron las que primero completaron sus matrículas, asimismo ocurre en la Facultad de Ciencias Jurídicas.
Quisiera agradecer a las familias que han confiado en nuestra universidad. Queremos acoger a nuestros jóvenes para que ya se sientan parte de esta casa de estudios, no solamente como un lugar donde se fabrican profesionales, sino donde se forma la persona en todas sus dimensiones. En estos meses que llevo de Obispo diocesano, y como tal, de Gran Canciller de la UCT, me he dado cuenta de la importante labor de la comunidad universitaria a favor de los jóvenes y familias de esta Región. Quisiera animarles a seguir trabajando con entusiasmo, y pido a Dios que proteja y conceda sabiduría a todos los estudiantes de esta ciudad y Región, e invito a que la comunidad universitaria de la UCT, confiada en Dios, recuerde lo que nos expresa el himno institucional que "orgullosos y confiados construimos sociedad".
obispo de Temuco