La serie que trae de vuelta a los piratas en gloria y majestad
Amelia Carvallo
A menos de 24 horas de su estreno en Estados Unidos, a las 22.00 de hoy debuta en las pantallas de los canales Moviecity (Premieres, Action y Hollywood) "Black Sails", una serie televisiva de piratas que tiene al afamado Michael Bay (Transformers, Armageddon) como productor ejecutivo.
Se trata de la precuela del clásico del escocés Robert Louis Stevenson "La Isla del Tesoro", novela de aventuras publicada en Londres en 1883, de la cual dijo Borges que leerla "es una de las formas de la felicidad". La producción de Bay no parece escatimar esfuerzo para recrear el sugestivo universo de la edad de oro de la piratería, todo bajo una mirada romántica y de leyenda.
"Black Sails" despliega sus velas en dos locaciones paradisíacas: Nassau y Cape Town, es decir, aguas turquesas y arenas blancas donde se las requiera. Mientras que en el reparto de actores no destella ningún nombre relevante, todos los intérpretes derrochan fiereza y vigor. Apariencias descuidadas, ropa raída, dreadlocks y piel bronceada pero nada de patas de palo, ni ojos delineados ni loros es lo que asoma en las caracterizaciones.
Los protagonistas son estos hombres duros, llamados en aquellos tiempos "los enemigos de la Humanidad", cada uno de ellos un renegado de la sociedad. Detrás de este entramado, en términos históricos se perfilan claramente dos intereses: los ingleses y los españoles y como motor de la historia la búsqueda de un fabuloso tesoro y la persecución que hace la Marina Británica de los forajidos.
Hermosas secuencias de apertura, con un diseño de arte delicado que replica hermosos mascarones de proa, utilería de lujo en las réplicas de espadas y armas, así como en la construcción de los galeones, todo sumado a un cuidado maquillaje y vestuario, dan cuenta que detrás de todo esto está la maquinaria eficiente de Michael Bay.