Disfrutó sentado en el pasto
Aunque en un comienzo se sintió rechazado, Iván Cerda hoy define su experiencia como emocionante y enriquecedora. Dice que llegó "en otro formato", pero que luego se dio cuenta que hablaban de lo mismo, con términos distintos. Poco a poco se fueron conectando y conociendo mutuamente, para luego entenderse. Destaca especialmente el haber compartido con los jóvenes, con el terno que usa a diario, pero sentados en el pasto.