Soledad Sandoval
Sumidas en la angustia al ver cómo el sueño de la casa propia les es esquivo, por un procedimiento que consideran erróneo y que hoy les impide habitar sus hogares ya construidos, están 150 familias del C-omité Allilén de Labranza.
Jacqueline Viveros, presidenta de la agrupación explicó que el 22 de septiembre de 2012 se adjudicaron el subsidio, que las casas ya están listas, pero que no han podido obtener la recepción de parte de la Dirección de Obras Municipales, porque previamente es necesario construir medidas de mitigación que permitan levantar la restricción que pesa sobre ese sector, al ser considerado, según el plano regulador, Zona de Riesgo de Inundación (ZRI).
"Nosotros hoy nos encontramos con un proyecto aprobado, que consta de enrocados, para levantar la ZRI, pero no podemos esperar cuatro o cinco meses para que este se construya", dijo Viveros, junto con señalar que el gran problema es que el proyecto tiene un costo de 97 millones de pesos, que hoy no están disponibles para comenzarlo.
En este contexto y claros que las medidas de mitigación pueden ser construidas con posterioridad, viajan a Santiago en un nuevo intento por conseguir una carta de resguardo de parte del Serviu que permita que la Dirección de Obras la recepcione y ellos puedan irse a vivir a la villa. Paralelamente, harán todas las gestiones orientadas a buscar los recursos para el enrocado que hará posible alzar la ZRI.
La situación de Mirta Sepúlveda es distinta pero representa a otras 150 familias que también están afectadas por la declaración de zona de riesgo.
Ellos recibieron sus casas en Villa Los Conquistadores -hoy afectada también por la ZRI- el año 2008 y no fue sino hasta que algunos intentaron acogerse a la Ley del Mono, para regularizar algunas ampliaciones, que se enteraron que ahora estaban en zona de exclusión y por ende no podían acceder ni a ese ni a ningún otro beneficio que involucre recursos del Estado.
En total son 34 las villas afectadas debido a la presencia delrRío Cautín y el estero Botrolhue y cerca de 10 mil familias. Trescientas de ellas hoy no pueden habitar sus casas y si bien el resto ya las disfruta, no puede mejorarlas.
Jacqueline Viveros dijo que han realizado múltiples gestiones nivel regional, para conseguir una solución. Como ésta no ha llegado, ahora se trasladan a Santiago para sostener hoy reuniones con representantes del Serviu.
Roberto Mejías, asesor del Movimiento Pro Comuna de Labranza señaló que todo este problema se originó porque se autorizó la construcción sin exigir las medidas de mitigación que correspondía luego que el plano regulador declarara la ZRI, vigente de 2010.
Por su parte, el director regional del Serviu, Daniel Schmidt advirtió que "en su momento este proyecto contó con permiso de edificación y establecía el permiso siempre cuando la empresa constructora presentara un proyecto de mitigación de las condiciones de riesgo y que estuviera visado por la entidad competente. Esa entidad es la Dirección de Obras Hidráulicas y establece que no recepciona el proyecto mientras las obras no estén construidas".
Frente a la serie de cuestionamientos por parte de las familias afectadas, el director regional del Serviu fue claro en decir que "las casas no se van a inundar, porque ahora tienen un muro perimetral y lo que no está construido es el enrocado que va por el perímetro".
El jefe del Serviu además aseguró que "nosotros le solicitamos a la empresa constructora responsable un presupuesto, y nos llegó recién el miércoles de la semana pasada, y en ese sentido estamos hablando de 90 millones de pesos".
Sobre los dineros mencionados el director cree que "el monto está inflado" y por lo mismo aseguró que se están viendo "presupuestos comparativos".
Por todo lo anterior, Schmidt no tuvo dudas en afirmar que "aquí hay una negligencia por parte de la empresa constructora por no haber presentado los antecedentes de forma previa".
Ante la angustia que viven las familias, Schmidt la calificó como "justa" y a la vez les pide que entiendan que por cómo se han presentado los hechos "no se pueden recepcionar los trabajos, producto que no se encuentran terminadas las obras de mitigación".
Por lo mismo, para hoy está planificada una reunión de las personas afectadas y las autoridades. Sobre dicha cita, Schmidt dijo que le parece "muy bueno, de hecho los voy a acompañar para lograr un compromiso en el financiamiento de la obra".
En caso de que no se obtengan los recursos no se podría dejar un resguardo ante la Dirección de Obras Municipales y como consecuencia "no se podrían recepcionar las viviendas".