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Expectación y tranquilidad marcaron a peruanos residentes en La Araucanía

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Karin Antilef

Con expectación y tranquilidad los pocos peruanos que residen en Temuco esperaron el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que tras seis años de litigio dio a conocer su veredicto en la jornada de ayer. A miles de kilómetros del lugar donde se tomaba la decisión, inclusive del límite con Perú, un puñado de inmigrantes escuchó atento el veredicto de los jueces.

Como un lunes cualquiera definió Carla Cordiglia Moreno este 27 de enero. Oriunda de Lima, Perú, se siente a gusto y familiarizada con los chilenos incluso está casada con uno y ya lleva diez años viviendo en el país, uno de ellos en Temuco, ciudad hasta donde llegó para radicarse con su familia.

"Estuve viendo las noticias tranquila en casa, pero no con la idea de que Perú iba a ganar o perder, eso daba lo mismo. Lo tomé como un día normal. Igual me creé expectativas, pero enfocadas principalmente a que no pase nada mayor, que no se creen rencillas a partir del fallo, no era necesario enemistar a los países", explica.

Agrega que el tema para ella fue netamente político. "Esta disputa siempre estuvo enfocada a otros polos del país, no era una discusión en la cual participáramos los ciudadanos, ni de Chile ni de Perú. Se trataba de algo que tenían los gobiernos, que manejaba la gente con poder, los que tienen decisión política sobre ambas naciones, no el pueblo", sostiene Cordiglia .

Para Amancio Cifuentes, máster chef de un conocido restaurante de Temuco y que lleva doce años en Chile también fue un lunes tranquilo.

"Vi el fallo en mi casa, estaba de descanso. Las reacciones han sido mesuradas, los peruanos y chilenos se portaron un siete. Lo importante es que aquí se marcó un precedente tanto para Chile como para Perú", explica.

Cifuentes dice que "indudablemente estos asuntos que se han dado dicen que se perdió un territorio muy grande para Chile y eso es todo. Esto le va a afectar a Chile, no sé en qué medida pero le afecta, no tengo dudas", puntualiza.

El reconocido maestro de cocina comenta que como peruano no le emociona ni le alegra el fallo, pero "fue tan equitativo que creo que fue justo. Ahora, pienso que esto se pudo haber hecho de igual modo sin llegar a La Haya", finaliza.

César Montalvo, lleva once años viviendo en Chile y dice sentirse chileno. "Mi hermano lleva 22 años viviendo en el país, mi mamá está acá, mis sobrinos y cuñada son chilenos. Nos vinimos a vivir a Chile, nos gustó, nos acostumbramos y nos quedamos", explica.

Aunque su familia está radicada en Santiago, él lleva tres años en Temuco, donde está a cargo de una sucursal de "Bordados América", empresa que lleva nueve años en el rubro y que tiene otras sucursales en Santiago, Concepción y San Felipe.

Sobre el fallo de La Haya dice que no se sentía muy interesado porque lo que lo mueve es el deporte. "Estaban interesados sólo quienes manejan el país o los medios, pero en general para el ciudadano común fue un día más", sostiene.

"Siento que este fallo dejó conforme a ambas partes, lo que es bueno. No era necesario llegar a esta instancia, pero ya que se llegó, es positivo que no se haya dado un dictamen que exacerbara los ánimos y se llegara a la violencia. Es un tema político, no es un tema país, ni para Chile ni para Perú", enfatiza Montalvo.

Una eterna rivalidad es la que se cree existe entre chilenos y peruanos, la cual se ha cultivado tras años de disputas futbolísticas especialmente pero que se exacerbó tras el inicio del litigio en la Corte Internacional de Justicia.

Carla Cordiglia dice que por primera vez se sintió afectada por los comentarios en contra de chilenos y/o peruanos. "Estos últimos días sentí que existió más discriminación por el tema de La Haya, pero en general la gente es respetuosa, nunca me han hecho sentir diferente", sostiene.

Cordiglia agrega que durante los últimos meses se habló harto en contra de los peruanos en Chile, "dicen que venimos a quedarnos con los trabajos, a quitarle sus costumbres y no es así. Por mi parte todo bien, tranquilo, pero tengo amigos que me escriben que los chilenos son malos que hablan cosas que no corresponden, que los tratan de cholitos, pero yo les explico que, viviendo acá diez años, el tema no es así, que es fácil entablar amistad ellos, sentirse a gusto, querida", dice.

Puntualiza que la enemistad es más lo que se cree que lo que se vive en el día a día y que sólo para los partidos de fútbol se juega con eso de la rivalidad. "Nunca he sentido discriminación, desde que llegué a Chile se han portado muy bien conmigo. Son afectuosos, son mucho de acogerme, de enseñarme las costumbres y eso es fascinante", agrega.

Carla Cordiglia dice que "uno extraña harto sus costumbres, su raza, pero acá me siento en casa. Sobre todo acá en Temuco que me ha encantado porque la ciudad es hermosa, se potencia la vida familiar y la gente es aún más cariñosa, si me sentía cómoda en Santiago, acá es mucho mejor".

César Montalbo opina lo mismo. "La gente me ha acogido súper bien en Temuco, nunca he tenido un problema, acá hay más integración y la gente es cariñosa. En Santiago existe un poco más de discriminación, el problema es que hay muchos peruanos y algunos hacen maldades y así pagan justos por pecadores", enfatiza el empresario.