Con proyectos no se riega
En varias décadas no se han realizado inversiones mayores de riego en la zona.
Nuestra Región tiene casi un millón de hectáreas de suelos arables y sólo 60 mil hectáreas regadas, muchas de las cuales han sido incorporadas al riego a través de canales construidos hace más de 30 ó 40 años. Esto significa que en varias décadas no se han realizado inversiones mayores de riego en la zona y que, por lo tanto, nuevamente una generación completa no ha podido regar en La Araucanía. Y no estamos hablando de proyectos intraprediales, sino de obras de envergadura que beneficien a toda la agricultura regional, incorporando a más agricultores que cambien de secano a riego. Ello se traduce en una agricultura más moderna, más productiva, más competitiva y más rentable, a la que puedan ingresar nuevos emprendedores y nuevos rubros.
Según los antecedentes recopilados, además de la falta de una construcción mayor y la escasa administración del agua lluvia, existe otro antecedente a considerar: en esta región los cauces están agotados (derechos superficiales permanentes) y si alguien quiere regar, no existen derechos disponibles, porque ya fueron entregados y asignados.
El impulso inicial del riego en la Región provino del emprendimiento de particulares, que con tremendos esfuerzos y visión se lanzaron en estas aventuras, arriesgando buena parte de sus patrimonios, convencidos en los beneficios de estas megaobras. Posteriormente el Estado continuó construyendo obras relevantes, por nombrar algunas, el canal Pillanlelbún, el Imperial y el Allipén.
Algunos canales de riego están abandonados, sin uso, sin mantención, debido a múltiples factores, desde los técnicos hasta los económicos y políticos, pero se necesita una respuesta. Los agricultores han esperado por años, pacientemente, soluciones a la falta de agua de riego.
De ahí el llamado a no dejar pasar más el tiempo y, por cierto, el agua. Con proyectos no regamos y por eso se requiere de un plan regional de embalses, que permita suplir el atraso en riego y enfrentar de mejor manera los fenómenos climáticos como la sequía, intervenir los ríos con pequeñas obras de infraestructura, hacer mantención a los canales actuales y porqué no, aumentar sus aguas.
director de la Sofo