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Quepe: atentado destruye galpón del empresario Carlos Heller

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Macarena Álvarez

Un nuevo ataque incendiario se vivió la noche del domingo en el Fundo Santa Teresa, ubicado en el sector de Rucahue, entre Quepe y Boroa.

"Libertad al machi Celestino" y "Sin tierras no hay inauguración de aeropuerto", fueron las consignas que un grupo de desconocidos escribió en las murallas del galpón, el que posteriormente fue quemado.

El fundo pertenece al empresario y accionista mayoritario de Azul Azul, Carlos Heller. El terreno, de 123 hectáreas, es parte de la Agrícola Ancali Limitada, y es utilizado en la cría de animales para lechería.

Si bien el campo afectado se ubica frente a la comunidad mapuche Fermín Manquilef, los trabajadores de la empresa agrícola aseveraron que tienen una buena relación con ella.

Este nuevo ataque incendiario se convierte en el quinto del año 2014, siendo el primer hecho de esta naturaleza en lo que va del mes de febrero.

Según lo relatado por el cuidador del predio -quien por políticas de la empresa prefiere no dar su nombre, al igual que el resto de los trabajadores que accedieron a hablar-, el siniestro comenzó a las 22.30 del domingo, en un galpón de 12x8 metros cuadrados cercano a la entrada al recinto.

"No sentí ningún ruido ni vi nada", relató el cuidador, agregando que, dadas las dimensiones del siniestro, en un principio no llamó a Bomberos, y "junto a mi señora tratamos de apagarlo, yo con una manguera y ella con unos baldes con agua", narró.

El cuidador junto a otros dos trabajadores de Ancali Ltda. precisaron que la relación con la comunidad indígena vecina es buena, y que no han tenido problemas entre ellos. La empresa se instaló hace seis años en el sector, mucho después que la comunidad.

"Problemas entre las personas que vivimos acá, no hay. Mucha de la gente de la comunidad trabaja con nosotros", explicó uno de los profesionales que labora en la empresa.

Si bien los empleados aclaran que no habían pasado por una experiencia similar al interior del fundo, "en otras ocasiones sí han habido desórdenes en la carretera y un par de veces hicieron fogatas, pero siempre había sido muy pacífico, nunca a este extremo", comentó el trabajador.

En cuanto a las medidas de seguridad, uno de los profesionales dice que "la empresa nunca ha tenido vigilancia especial, ya que no está interesada en pelear con la comunidad, al contrario".

"A las 00.20 de la noche tomamos conocimiento del hecho, donde el cuidador del predio indicó que en un principio él trató de apagarlo, pero finalmente un vecino llamó a Bomberos", explicó el comandante Víctor Zavala, subprefecto de servicios de Villarrica, prefectura a cargo del caso.

A pesar de los rayados en los muros, el comandante enfatizó en que no hay ninguna prueba que relacione los hechos con la comunidad indígena vecina.

"No hay ningún antecedente sustancial que pueda vincular el hecho a la comunidad. Sería poco prudente atribuirle esa responsabilidad", afirmó Zavala, agregando que en este momento el caso se encuentra en manos de la fiscalía local de Pitrufquén, a cargo del fiscal Luis Torres.

Por su parte, el vocero de la Multigremial, Emilio Taladriz, declaró que "lamentamos que sigan sucediendo estos hechos. Son situaciones que torpemente se mezclan con el caso de una persona imputada por un delito gravísimo".

En cuanto a la posiblidad que durante lo que dure el juicio del machi se presenten nuevos hechos de violencia, Taladriz aseveró que "hay que controlar las pasiones, hacer un llamado al autocuidado, y que se entienda que con estos hechos se estigmatiza de forma inculta a la gente mapuche, porque dicen actuar en su nombre y no es así".