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Perito dice que imputado no tenía restos de combustible ni pólvora

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Carlos Véjar

Exámenes criminalísticos practicados a la ropa y las manos de Celestino Córdova determinaron que el único acusado y detenido por la muerte del matrimonio Luchsinger Mackay, no tenía restos de combustibles (derivados del petróleo) ni pólvora en las manos.

Estos antecedentes fueron revelados ayer por el perito del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar), Carlos Ramírez, quien prestó declaración durante la cuarta jornada de juicio oral por esta causa.

"Levantadas todas las evidencias, pasaron a exámenes de laboratorio. La polera que tenía atada al cuello fue sometida a pruebas de residuos de hidrocarburos, con el dato de que la persona había sido detenida en la periferia del incendio en la Granja Lumahue", indicó el perito.

Respecto al análisis, comentó que arrojó resultados negativos para presencia de algún elemento derivado del petróleo. Al respecto, detalló que cuando existen restos de este elemento se asocia a la manipulación de elementos acelerantes.

"El no hallazgo nos indica que la prenda no estuvo en contacto con la combustión de los hidrocarburos", precisó.

El experto agregó que los estudios practicados a muestras tomadas de las manos de Celestino Córdova, sólo instantes después de su detención, también resultan negativos a la presencia de pólvora.

Ramírez precisó que la no existencia de estos residuos no descarta de plano que el acusado no haya percutado un arma de fuego.

Aseguró que estas partículas se pueden perder "por la presencia de roce, fricción o lavado". Así recordó que el detenido huyó por sectores húmedos, atravesando un canal, lo que podría justificar por qué Córdova no tenía elementos que confirmen que haya disparado un arma de fuego.

Para el defensor Pablo Ortega, defensor privado de Celestino Córdova, estas conclusiones son valiosas a la hora de descartar la acusación de la Fiscalía en contra de su representado, respecto a la participación en el ataque incendiario al fundo Granja Lumahue, ocurrido la madrugada del 4 de enero de 2013.

"La prueba científica descarta que mi representado tuviese residuos de disparo. Ellos intentan justificar esta circunstancia por un tema de humedad ambiente y otras cosas. Pero lo concreto, es que se descarta que haya disparado", comentó.

También valoró la inexistencia de residuos de acelerantes, lo que sumado a lo anterior, "excluye dos hipótesis que son de la base de la tesis del Ministerio Público. Con ello creemos que se descarta su participación en calidad de autor de los delitos que se le imputan".

Apuntó a que, en definitiva, lo conocido durante la jornada de ayer en el tribunal no es contundente para romper con la presunción de inocencia de Celestino Córdova.

Luis Hermosilla, querellante del Ministerio del Interior en esta causa, aseguró que las justificaciones planteadas por el perito de Labocar son claras.

"La explicación del perito es absolutamente clara. Se pudo ver las fotografías de él (Córdova), completamente embarrado y mojado. No olvidemos que atravesó un canal de regadío al arrancar de la casa de los Luchsinger. Esto imposibilitó hallar residuos en su piel", aseveró el profesional.

Miguel Ángel Velásquez, fiscal adjunto de Temuco, quien es parte del equipo de abogados del Ministerio Público en el juicio, dijo que es factible que no hayan quedado vestigios de esa evidencia.

El fiscal lo explicó planteando los argumentos del perito, a raíz de que "el hecho de correr, sudoración, el agua, barro, humedad y paso por un curso de agua", son factores que podrían haber borrado estos restos.

Sobre los acelerantes también planteó una serie de factores químicos que justifican su ausencia.