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Pareja que recorre el mundo en avión ultraliviano llegó a Pucón

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Cecilia Paiva

Tres pantalones, cinco poleras, un polerón, una chaqueta, cuatro pares de calcetines y cinco mudas de ropa interior. Todo ello es parte del equipaje de Doreen Kroeber (41) y Andreas Zmuda (51), una pareja de alemanes que el año 2012 decidió renunciar a una vida convencional e iniciar un inédito viaje por el mundo, habiendo recorrido a la fecha más de 25 mil kilómetros y visitado gran parte de América.

Fue así como el pasado fin de semana arribaron a la zona lacustre de La Araucanía, permaneciendo en carpa durante el sábado y domingo que se desarrolló el Festival Aéreo de Villarrica, para luego quedarse en el Hospedaje Muller de Pucón, donde están a la espera de mejores condiciones del tiempo para continuar su recorrido por el continente.

Todo partió en 2010, cuando Andreas trabajaba como guía de expedición en el Amazonas peruano y conoció a Doreen, quien llegó a turistear junto a un grupo de amigos.

Fue en ese contexto que se dio un "amor a primera vista" que los llevó a dar un giro radical en sus vidas e iniciar un inédito recorrido que los hizo acreedores del récord del viaje en pareja más largo de la historia de la aviación.

Sin embargo, no todo fue sencillo, pues cuando se conocieron ella estaba comprometida. "Ella estaba en una relación hace 17 años y el novio no había ido al viaje, la estaba esperando en Alemania. Tras 22 años en que viví fuera del país, regresé a Alemania para verla, y una semana después ella le dice al novio que se vaya del departamento porque yo llegaba al otro día", cuenta entre risas Andreas.

Pero, ¿cómo fue que de ese fugaz flechazo surgió la idea de recorrer el mundo? "Fue por culpa de Chile, contesta él (ella no habla español, sólo alemán).

Un día sentados en el departamento de Doreen y mientras bebían vino chileno, pensaron qué harían durante sus vacaciones, pues ella trabajaba como ingeniera en una exitosa compañía de Berlín. La primera idea fue recorrer Estados Unidos, sin embargo, y cómo Andreas conocía varios países de Latinoamérica, su lista de destinos se fue alargando.

Por tal motivo un mes de vacaciones no era suficiente, así que luego de analizarlo la pareja decidió dejar sus empleos, vender todo e iniciar el viaje más largo de su vida a bordo de un avión ultra ligero manejado por Andreas, quien es piloto.

"Ella dijo que hiciéramos un viaje por un mes en avioneta por EE.UU., pero luego se acordó que yo también había vivido en Colombia, Venezuela, Perú y otros países, y que podíamos también visitarlos, entonces le dije que hablara con su jefe para que le diera vacaciones por un año. Luego abrimos la segunda botella de vino chileno y me dijo que quería recorrer también África y otros lugares, así que mejor era que terminara su contrato", relata él.

Ya con las ventas de todas sus pertenencias en Alemania, Andreas y Doreen lograron comprar un avión para dos personas por un valor de 80 mil dólares (40 millones de pesos aproximadamente), y con otros 100 mil dólares en el bolsillo, dar rienda a su objetivo: recorrer el mundo sólo acompañados por el viento.

Pese a la negativa de la familia de Doreen, y al temor de los dos hijos de Andreas por no volver a ver a su padre, en julio de 2012 los enamorados despegaron desde Disney World, Orlando, Estados Unidos.

"Subimos hasta Canadá y cruzamos todo EE.UU. hasta California. Luego bajamos por México, Guatemala, Venezuela, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Colombia, Perú y ahora Chile. Y la próxima semana llegaremos a Argentina", cuenta el hombre de 51 años sobre su recorrido por América.

Fue así como el 28 de diciembre llegaron a nuestro país, hospedándose en casa de un amigo que conocieron por Internet. En todo el tiempo que han permanecido en Chile, la pareja cuenta que han conocido Arica, Iquique, San Pedro de Atacama, Antofagasta, Copiapó, Vallenar, Ovalle, San Felipe, San Fernando, Chillán, Villarrica y Pucón.

A La Araucanía llegaron el pasado fin de semana para participar también del Festival Aéreo de la ciudad, evento donde tuvieron la oportunidad de compartir con un centenar de pilotos de todo el mundo. En dicha oportunidad permanecieron por dos días acampando en el aeródromo, para luego despegar y descansar en el Hospedaje Muller de Pucón, donde se quedarán hasta el domingo.

En su paso por la zona lacustre, Doreen y Andreas tienen su avión ultra liviano en el aeródromo de Pucón.

Por ello, sus días los pasan en el hospedaje y aprovechan de recorrer la ciudad a pie.

"Nos da más miedo caminar por la calle que volar por el mundo", cuenta entre risas Andreas sobre el tráfico de la ciudad.

Como el estanque de 75 litros de bencina les permite viajar poco más de cuatro horas, cada cierto tiempo deben aterrizar en el aeródromo más cercano para cargar combustible y descansar. Y como el dinero no les sobra, muchas veces en instalan una carpa en un lugar apropiado y alojan allí, de lo contrario buscan un hospedaje no muy caro y se quedan por unos días.

En su estadía en Pucón, por ejemplo, han aprovechado al máximo para comunicarse vía Skype con sus familias en Alemania, quienes constantemente quieren estar al tanto de sus aventuras por el mundo.

Respecto a qué les parece estar en Chile, Andreas asegura que no conocía por estos lares, pero que Doreen sí había estado un par de años atrás en Pucón visitando el volcán Villarrica.

"Este es un país que tiene todo: desierto, montañas, playas, de todo. Como es muy largo tiene diferente naturaleza, pero lo más espectacular es la gente, que ayuda en todo y son súper amables. En otros países también, pero aquí es espectacular. Por Internet conocimos a un piloto de Copiapó y nos invitó a vivir a su casa en Bahía Inglesa. Estuvimos una semana y aprovechamos también de escribir nuestro libro", cuenta él.

Con ayuda de Andreas en la traducción, Doreen afirma que "la comida es muy parecida a la de Alemania, como el kuchen. Las empanadas también son muy ricas y grandes. También probamos pastel de choclo, que comes un poquito y quedas con el estómago a full. Además del vino, que nos encanta".

Aunque tenían considerado despedirse de la zona lacustre este viernes, la lluvia y el clima variable les han impedido retomar el vuelo.

"Nos iremos este domingo. Iremos a Valdivia, luego a Río Bueno, Frutillar y Puerto Montt. El día 18 de febrero, si el clima está bueno, tenemos pensado irnos a Bariloche, Argentina. De lo contrario el 19 o cuando se pueda", cuentan mientras revisan en su tablet el programa Air Navigation Pro, que les permite planear sus rutas mientras permanecen en tierra.

¿Cuándo finalizará su travesía? La fecha aún no la tienen del todo clara, pero sí saben que la disfrutarán al máximo. "Ya hemos recorrido doce países de América y ahora queremos cruzar el Atlántico en julio de 2015 de Canadá a Islandia. Son pasos de 8 horas sobre el mar, sin ver tierra. Necesitaremos dos tanques adicionales y con ellos podemos volar hasta diez horas", concluyen sobre sus planes a futuro.