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Las pruebas que ha exhibido la Fiscalía en una semana de juicio

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Hugo Oviedo

Fue en el quinto día de juicio que la Fiscalía mostró al tribunal de Temuco el arma Browning 7.65 de Werner Luchsinger (75), encontrada a metros de su cuerpo carbonizado, en medio de los escombros.

Esta es una de las pruebas claves del Ministerio Público y con ella pretenden acreditar la participación del machi Celestino Córdova Tránsito (27), en el crimen que terminó con la vida del matrimonio de agricultores de Vilcún.

Según la teoría de la parte acusadora, la madrugada del 4 de enero de 2013, Luchsinger habría herido en el tórax al mapuche de Padre Las Casas, antes de ser detenido por Carabineros a una distancia de mil 200 metros de la casa en llamas.

Alegato que es desechado por la defensa particular de Celestino Córdova, la que asegura que su cliente no estuvo en el lugar de los hechos y que no existe ninguna prueba que sostenga que fue herido por la Browning 7.65.

Por este hecho, el Ministerio Público invocó la Ley Antiterrorista y está solicitando una pena de presidio perpetuo calificado. Es decir, recién al cumplir 40 años de cárcel podría solicitar beneficios extracarcelarios.

A Córdova Tránsito también se le acusa por otro ataque registrado en diciembre de 2012, en el fundo Santa Isabel de Lautaro, propiedad de la familia Seco Fourcade.

Aquí la Fiscalía está solicitando un total de 36 años de presidio y también invocó la ley 18.314, que regula conductas terroristas y fija su penalidad.

En las cinco jornadas de juicio que se han llevado a cabo, la parte acusadora sólo ha presentado al tribunal las pruebas relacionadas con el ataque incendiario a la casa patronal del fundo Granja Lumahue en Vilcún.

A través de un informe, el perito balístico de la PDI, Cristian Lizama, estableció en el juicio que el día del ataque al matrimonio Luchsinger-Mackay se utilizaron a lo menos dos armas 9 milímetros y una escopeta calibre 12.

Lo anterior, tras periciar cerca de 16 vainillas, cartuchos y municiones que fueron encontradas afuera de la casa patronal y que demuestran que la madrugada del 4 de enero de 2013, participó más de una persona.

Aunque Lizama no pudo confirmar que el arma de Werner Luchsinger fue disparada la noche del crimen, este indicó que se encontró en su interior restos de proyectiles y que estuvo expuesta a más de 400 grados Celsius.

Él es uno de los 27 peritos y testigos que ya han declarado en el juicio oral. Son en total 80 las personas que presentará el Ministerio Público para lograr convicción en el tribunal compuesto por Luis Sarmiento (presidente), Juan Santana y Óscar Viñuela.

Otra de las pruebas materiales que ha presentado la Fiscalía en el juicio, es la vestimenta que usaba el acusado al momento de ser detenido en el cruce Tres Cerros.

Esta se compone de una chaqueta negra Americanino, una linterna atada al cuello con una cuerda de nylon, una polera negra adosada al cuello, jeans, un chaleco oscuro, debajo de él una polera blanca y unos zapatos talla 45.

Un peritaje químico estableció la presencia de polen de papas en el calzado del mapuche. Para la Fiscalía una prueba irrefutable que Celestino cruzó un sembradío que está al interior de Granja-Lumahue.

En cambio, para la defensa los peritajes no son concluyentes, ya que en los fundos aledaños, también se puede encontrar las plantaciones del tubérculo.

Además, dicen que ningún peritaje químico pudo establecer la presencia de pólvora o elementos acelerantes en las manos, cuerpo y vestimenta del mapuche de la comunidad Chicahual Córdova.

Durante la segunda jornada de juicio, el Ministerio Público volvió a exhibir el extracto del llamado que efectuó Vivian Mackay (69) al 133 de Carabineros solicitando ayuda.

La voz de la mujer fue reconocida por su hijo mayor, Jorge Andrés Luchsinger, quien fue el primer testigo que presentó la Fiscalía.

El llamado era similar al que recibió de su madre la noche del ataque y que duró tan sólo 13 segundos. "Nos están atacando y tu papá esta herido", recordó en el estrado el hijo del matrimonio que fue alcanzado por las llamas, cuando se mantenían con vida.

Al igual que los carabineros que lograron la detención del machi Celestino, Jorge Andrés Luchsinger también escuchó quejidos en un sector aledaño a la casa que era consumida por el fuego.

Los uniformados resguardaban esa noche el fundo Palermo Chico y al escuchar los ruidos, junto al cuidador del predio, decidieron salir al camino público.

Según un informe planimétrico el machi fue capturado a un kilómetro de la casa de los Luchsinger-Mackay y a 11 de su domicilio en el sector Lleupeco de Padre Las Casas. El juicio oral continúa mañana.