La versión número once del Festival del Trigo, La Avena y Trilla a Yegua Suelta marcó un antes y un después en Lautaro. Ayer, en el Parque Isabel Riquelme, el encuentro consiguió superar las cifras de asistencia anteriores al registrar 12 mil personas en dos jornadas, la mayoría de las cuales llegó pasadas las 14.30 horas para ver el tradicional método utilizado para separar el grano de la espiga.
La buena nueva la entregó el alcalde de la comuna, Miguel Jaramillo, quien reconoció que la cifra mencionada presenta un desafío al municipio y a las organizaciones participantes de cara a la versión 2015, para la cual esperan igualar o mejorar la experiencia recién celebrada.
"La versión 2015 nos enfrenta a un desafío mayor. Vamos a tener que prepararnos con mayor anticipación y asegurar el respaldo económico del FNDR u otros fondos de cultura para hacer un festival a la altura del que acabamos de terminar", comentó el edil.
Esta festividad viene desde el año 2003 y tiene su raíz en la necesidad de poner en relieve las características productivas de la comuna, hasta entonces reconocida - dice el alcalde - por ser una de las que más trigo producía en la Provincia de Cautín. El año pasado se le cambio el nombre a la actividad dado que esa condición generosa de la tierra se trasladó a la avena.
Para celebrar las cosechas y el fruto del trabajo de la comunidad lautarina, el sábado y domingo, este festival ofreció a los habitantes del sector y a los visitantes una muestra importante de productos, un programa artístico musical y una competencia de canciones folclóricas.
Junto a la directora artística de la jornada, Yasna Sandoval, el alcalde Miguel Jaramillo enumeró los atractivos de la versión 2014. "Este año contamos con una zona de dos o tres hectáreas en el Parque Isabel Riquelme, donde funcionaron 50 puestos de comidas típicas, con asado de cordero y chivo, entre otros atractivos; quince a veinte locales de artesanía y otro grupo de stands destinados a empresas de la Región, entre las cuales El Austral estuvo presente", destaca la autoridad. Y como si fuera poco también hubo una granja demostrativa del quehacer campesino y el escenario para la presentación de agrupaciones folclóricas, solistas y ballets tradicionales.
Contento por la respuesta del público, Jaramillo atribuyó los 12 mil visitantes a la mayor participación de la comunidad en el festival, en particular la prioridad que se le dio a los artistas locales y de comunas vecinas en la programación.
Dentro de los destacados de ambas jornadas, los organizadores destacaron la participación de los artistas y ballets regionales, la simpatía de El Clavel y en particular la protagónica participación del Club de Rodeo Tito Santos de Lautaro que, una vez más, hizo posible la "trilla a yegua suelta" frente a miles de personas.