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Se inició el juicio por el brutal asesinato del colectivero

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Cecilia Paiva

Con pancartas y tal como fue la tónica en audiencias previas desarrolladas en Pucón, ayer una decena de colectiveros de la ciudad balneario llegó hasta el Tribunal Oral de Villarrica para marcar presencia ante el inicio del juicio contra Jorge Ruiz Lara (25) y Héctor Pereira Painenahuel (31), acusados del asesinato del conductor Nelson Figueroa Manzanares, quien en junio de 2012 fue asaltado y luego arrojado con vida a un canal de regadío.

En la primera jornada de juicio y tras la negativa de los dos imputados, declararon seis personas: el detective que lideró la investigación, dos carabineros que tomaron la denuncia por presunta desgracia y tres colectiveros, quienes tuvieron relación con la última noche en que se vio con vida a Figueroa Manzanares.

Con el reloj marcando las 9:00 horas y con la presencia de los jueces Adriana Knopel, de Villarrica; Luis Varas, de Angol; y Francisco Boero, de Purén, se contextualizaron los hechos que rodearon la muerte del hombre de 64 años y se invitó al estrado al detective Herbert Viveros Urbina, quien participó en la búsqueda de Figueroa.

Afirmando que el 16 de junio del año 2012 recibió una orden de investigar por parte de la Fiscalía de Pucón por presunta desgracia en la persona de Nelson Figueroa Manzanares, Viveros señaló que los primeros antecedentes que conoció fueron que la esposa del colectivero había puesto una denuncia en la Comisaría de Pucón el día 13, luego que éste no llegara a su casa tras su noche de trabajo.

"Ese día (12 de junio) don Nelson había salido como de costumbre a las 19:00 horas y debía regresar aproximadamente a las 01:00 horas de su trabajo. Como no llegó ella se preocupó y puso una denuncia en Carabineros", expuso el funcionario de la PDI.

Continuando su relato, agregó que "respecto a las primeras averiguaciones, compañeros de trabajo lo habrían visto a las 3:00 de la madrugada en calle Ansorena con O'Higgins de Pucón y lo habrían abordado tres personas para dirigirse al sector El Claro de esa ciudad".

Tras lo relatado, el detective Viveros afirmó que la primera persona en ser entrevistada fue la esposa del fallecido, quien señaló que a las 22:00 horas él llegó hasta su casa, bebió un café, conversaron y tras 15 minutos regresó a las calles para trabajar.

"Como no llegó a la 1 de la mañana ella se preocupó, y a la 1:30 horas cerró con pestillo con la intención de que cuando llegara se percatara de su regreso. A las ocho de la mañana y como no llegó, se preocupó. A esa hora llegó un colega de trabajo para saber qué pasaba con el vehículo y junto a él empezaron a hacer las averiguaciones de dónde podía ubicarse. Llamaron a su teléfono, pero no lo lograron ubicar", declaró el detective sobre las primeras horas de desaparición del colectivero.

Recordando que tras algunas averiguaciones se supo que Figueroa esa noche había sido abordado por una mujer y dos sujetos, Viveros añadió que en paralelo se solicitó información a la compañía telefónica Movistar para conocer el tráfico de llamadas del celular y si éste había sido utilizado durante los días posteriores a la desaparición.

"Obtuvimos como respuesta que al teléfono se le había efectuado un cambio de chip, que estaba a nombre de Jorge Ruiz Lara y sobre él logramos obtener a través del Registro Civil que tenía domicilio en Villarrica", señala.

A lo anterior, y luego que el día 14 de junio en la localidad de Requinoa se encontrara el colectivo abandonado y con una boleta de pago de peaje y de un servicentro Copec de la comuna de San Carlos, las investigaciones se centraron en ese lugar.

El detective precisó que en una entrevista realizada a un bombero del servicentro Copec, éste mencionó que al inicio de su turno atendió a dos sujetos muy nerviosos que dijeron provenir de Temuco y que iban en dirección hacia el norte. Tras proporcionarle un set fotográfico, el funcionario logró identificar en un 90% a Jorge Ruiz Lara como la persona que conducía el vehículo que llegó hasta el servicentro acompañado de otra persona de mayor edad.

En otras averiguaciones, el detective consignó que la noche de la desaparición de don Nelson un trabajador del Casino Enjoy vio como ambos imputados habrían intentado abordar a otro colectivero, pero que luego de consultarle la tarifa se retiraron y caminaron por calle Ansorena.

Ya en el paradero ubicado en la misma calle, donde trabajaba Figueroa, un colega vio como éste fumaba un cigarro y conversaba con los dos jóvenes, quienes abordaron la parte posterior del vehículo. Además, en esa oportunidad también subió una mujer, quien se sentó en el lugar del copiloto y se bajó unas cuadras más tarde.

Respecto al colega de Figueroa que vio a los sujetos, el detective relató que también se le realizó una prueba de reconocimiento fotográfico y logró identificar a Ruiz Lara como uno de los pasajeros.

Tras los dos reconocimientos fotográficos a Ruiz Lara, el día 18 de junio y corroborada la información entregada por Movistar (que arrojó que el chip utilizado en el teléfono de Figueroa pertenecía también a Ruiz Lara), se logró determinar gracias a una triangulación de datos que éste se encontraba en El Quisco. Situación que fue corroborada en el perfil de Facebook del joven, donde escribió en un estado que se encontraba allí.

Luego de dirigirse a la localidad de El Quisco el día 19 de junio, el detective precisó que recorrió los ciber café de la ciudad en busca de Ruiz Lara y en uno de ellos lo encontró. Tras negar su identidad e intentar arrancar, el joven fue aprehendido y dirigido hasta la comisaría de la comuna, trayecto en que comentó de la participación de su cómplice Héctor Pereira Painenahuel (31), quien fue detenido a las 20:00 horas de ese día en una cabaña.

En el lugar se encontraron las llaves del colectivo de Figueroa Manzanares, una libreta que también le pertenecía y noticias impresas de Internet respecto a la desaparición del colectivero. Ya con ambos sujetos detenidos, éstos confesaron y dijeron el lugar donde habían abandonado el cuerpo del puconino, específicamente en un canal de regadío ubicado en el sector de Radal, en Freire.

Como también lideró la búsqueda del cuerpo, la mañana de ayer Viveros vio las fotografías de cuando se encontró el cadáver maniatado del colectivero, afirmando que fue necesario drenar el canal para poder dar con él, pues el agua estaba muy alta.

El detective también debió reconocer una serie de artículos encontrados en la cabaña de El Quisco, como una libreta, llaves, un cuchillo y la cinta adhesiva con que se habría maniatado al hombre.

"Obtuvimos como respuesta que al teléfono se le había efectuado un cambio de chip, que estaba a nombre de Jorge Ruiz Lara".

Herbert Viveros,

funcionario de la PDI