Secciones

Detective afirma que cuñado del machi trasladó a atacantes a fundo

E-mail Compartir

Carlos Véjar

El machi Celestino Córdova Tránsito, junto a un grupo de sujetos que portaban armas de fuego, fueron trasladados en un vehículo manejado por un familiar del acusado hasta un lugar desconocido por el chofer, horas antes de que ocurriera el ataque al matrimonio Luchsinger.

El antecedente fue conocido ayer, durante la sexta jornada de juicio oral en contra del único acusado del caso, y corresponde a la declaración del oficial y detective de la Bipe Ricardo Villegas Pavez, quien habló en estrado como testigo de la Fiscalía.

"Se logró establecer que hay un cuñado de don Celestino (Córdova), Juan Pedro Ortiz Arévalo", dijo Villegas. Esta persona sostuvo una conversación con compañeros de trabajo la tarde del cuatro de enero de 2013. Sus colegas estaban interesados en comprar un chivo o cordero en el sector de Niágara, para un asado.

Sin embargo, ante la solicitud de sus amigos, Ortiz les respondió que "la cosa estaba peligrosa", porque la noche anterior había trasladado a su cuñado a un sector que no conocía.

El relato sigue dando cuenta que guiaba una camioneta, con la que recogió a Celestino Córdova y a otras personas, las que presumiblemente estaban bebiendo alcohol. Y va más allá.

"Ellos iban armados y los dejó en un sector que desconoce. Después se devuelve y horas más tarde se enteró que su cuñado fue detenido", afirmó Villegas Pavez.

El detective reconoció que estas diligencias de investigación fueron realizadas en el mes de marzo de 2013, y estuvieron a cargo de carabineros de la sección OS-9 de Temuco.

Recordó que el origen de esta línea investigativa, que ya había sido planteada de manera superficial por otros policías durante el juicio, surge del encargo que realizaron efectivos a todas las unidades de Temuco y Padre Las Casas, la madrugada del cuatro de enero.

Esta petición, que quedó grabada en las comunicaciones radiales internas de Carabineros, ocurre luego que fuera observada circular, cerca de la casa atacada, una camioneta blanca, a alta velocidad y con las luces apagadas.

La alerta inicial la dieron efectivos de Carabineros que cumplían una orden de protección en el fundo Palermo Grande, perteneciente a la familia Taladriz.

Pavez detalló que este vehículo pertenece a Armando Caniupán, quien es familiar de Juan Ortiz. El propietario del vehículo vive en la misma casa de Ortiz Arévalo, cuñado del acusado.

El fiscal Alberto Chiffelle, tras el receso de la audiencia, precisó que los testimonios que dio cuenta el policía son de los compañeros de trabajo del aludido familiar de Córdova.

Al ser consultado sobre por qué no fue citada a declarar esta persona, Chiffelle dijo que "estamos trabajando en otra línea investigativa, de la que estamos seguros nos llevará a la identificación de los demás responsables".

Agregó que existe un vínculo parental entre Córdova y Ortíz. Esto también ocurre con las parejas de Córdova, cuyas declaraciones fueron dejadas fuera de la prueba en la preparación del juicio oral.

Karina Riquelme, defensora del machi, y respecto a lo expuesto de la camioneta blanca, dijo que "un PDI dio declaraciones de algo que no hizo. Eso quedó claro. Conocemos lo que pasa con la camioneta, pero queremos saber por qué la Fiscalía no da cuenta de lo que pasa con la camioneta, las personas que iban ahí y los demás testimonios (...) Aquí se apresuraron en acusar.