Macarena Álvarez

En más de 2 millones de dólares, entre materia prima y maquinaria, se estiman las pérdidas que la empresa Comasa ha tenido a raíz del incendio que afecta su planta, ubicada en la comuna de Lautaro.

Según lo señalado por el gerente general de la empresa termoeléctrica, Rodrigo Izquierdo, fueron más de 28 mil toneladas de paja las que se perdieron por completo, lo que equivale a un tercio de lo que la planta necesita anualmente para funcionar.

"En lo que es biomasa agrícola, las pérdidas son cercanas al millón de dólares. En equipos, principalmente picadores y cintas transportadoras, es un millón más", indica Izquierdo.

Además, dada la magnitud del incendio, la planta no se encuentra en funcionamiento. Esto se traduce en una pérdida diaria de U$50 mil.

La termoeléctrica Comasa, cuya energía es inyectada al Sistema Interconectado Central (SIC) con una potencia de 24 megawatt por hora, se alimenta de biomasa agrícola (paja) y forestal (aserrín, viruta y otros residuos de la madera).

En el caso del siniestro, éste se generó en los fardos de paja. "A raíz del incendio de los fardos, y dado el viento y el calor, el fuego se propagó hacia la masa forestal", explica Izquierdo.

El gerente de Comasa agrega que aún no es posible saber cuánto de la biomasa forestal se puede recuperar para el funcionamiento de la planta ya que si bien ésta se encuentra quemada por fuera, en su interior aún se concentran residuos que pueden ser usados.

"Se puede recuperar un porcentaje alto. La idea es consumirlo lo antes posible, para sacarlo de las pilas donde se encuentra y que no siga echando humo. La idea es meterlo a la caldera y deshacernos rápidamente de éste, porque si no hacemos nada, puede seguir humeando durante meses.", señala Izquierdo, agregando que "por eso queremos reabrir la planta a la brevedad".

En relación a los dichos del alcalde de Lautaro, Miguel Jaramillo, quien declaró a El Austral que desde un comienzo se opuso a la construcción de la planta en la comuna, la que en sus comienzos fue criticada por los ruidos molestos que generó a las poblaciones aledañas, Rodrigo Izquierdo señaló que la relación actual con los vecinos es bastante favorable.

"Cuando comenzó la construcción de la planta, hubo que hacer un soplado de líneas que produjo mucho ruido. Eso generó mucha inquietud en la comunidad, ya que la verdad no lo informamos debidamente. Pero después de eso, nunca más hemos tenido problemas, nos llevamos muy bien con ellos", cuenta el gerente general de Comasa.

En efecto, dentro de los 77 empleados de la planta, la mayoría es de Lautaro, mientras que aproximadamente el 90% de las empresas contratistas que trabajan con Comasa, también es de origen lautarino.

El pasado viernes autoridades de Salud, Onemi, Conaf y el intendente regional (s), se reunieron con la gerencia de Comasa, con el fin de trabajar en un plan de contingencia adecuado a la magnitud del incendio.

Así lo informó el director regional de Onemi, José Enrique Bugmann. "El objeto fue analizar las medidas de control y las posibles afectaciones a las personas por efecto del humo", afirmó.

Bugmann agrega que, de momento, el incendio se encuentra contenido pero no extinto, por lo que se siguen realizando las labores pertinentes sin novedad.

"Se decidió que Conaf realice quemas controladas en todo el perímetro de la fábrica, con el objeto de prevenir alguna propagación o incendio forestal ocasionado por el fuego que hay adentro", declaró el director regional de Onemi, agregando que "permaneceremos en la emergencia en Lautaro hasta que ésta culmine".