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Hondo pesar por fallecimiento de Jeannette "Polita" Cifuentes

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"La noche fue hecha para soñar y el día para hacer esos sueños una realidad. El mío fue vivir. Gracias a sus oraciones, fuerza y apoyo logré vivir más allá de lo que la misma muerte quería".

Así empieza la emotiva despedida que dejó escrita antes de su partida la joven paramédico temuquense, Jeannette "Polita" Cifuentes (26), quien padecía de una agresiva leucemia y que ayer fue subida a su Facebook luego de su fallecimiento.

La noticia causó un hondo pesar, no sólo en su familia y cercanos, sino que además conmovió a cientos de personas, quienes hicieron patente su legado y reconocieron su encomiable lucha por vencer la muerte.

Inclusive, el propio Presidente de la República, Sebastián Piñera, lamentó su fallecimiento y se sumó a los elogios.

"Lamento profundamente la muerte de Jeanette Cifuentes, una joven chilena de Temuco, que luchó por su vida con un espíritu y coraje ejemplar", escribió en su Twitter el primer mandatario, tras enterarse de la noticia.

La cercanía de Piñera con Jeannette se remonta a la visita que hizo el mandatario a Temuco el pasado 22 de noviembre, ocasión en que la joven madre le solicitó ayuda para su tratamiento a través de una carta.

Piñera tras conmoverse con la historia de Jeannette hizo las gestiones para que fuera sometida a un trasplante de células madre en Santiago, las que fueron donadas por su pequeña hija Loretito (6), operación que se efectuó el pasado 24 de diciembre.

Sin embargo, pese al enorme esfuerzo que hizo Jeannette, el cuerpo médico, su familia, amigos y hasta personas anónimas que se unieron en una verdadera cruzada solidaria para salvarle la vida, el cuerpo de Jeannette rechazó el trasplante.

Y según relata su madre, Esmerita Escobar, cuando el cuerpo de Jeannette estaba en un 60% contaminado "ya no había nada más que hacer y ella se vino de Santiago, sólo a esperar el final".

"Sabíamos de su partida y ella estaba preparada, si lo único que fue más pronto de lo que dijeron los médicos", cuenta Esmerita, mientras recibe a las personas que el día de ayer se acercaron con profundo recogimiento a despedir a Jeannette en la parroquia Anunciación de Señor de Pedro de Valdivia, la misma en donde hace menos de un año se había casado.

Su madre continúa con el relato y afirma que Jeannette ingresó de urgencia el pasado lunes al Hospital Hernán Henríquez Aravena de Temuco y falleció ayer a las 7.45 horas.

"Ella estuvo consciente y tranquila hasta el último minuto y estuvimos con su esposo (Gerson Molina) acompañándola. Ella se había preparado muy bien para ese momento, de hecho, ya había recibido de parte del capellán de la clínica en Santiago la unción de los enfermos. Luchó lo que más pudo y se fue con el convencimiento de que sólo Dios no quiso. Se sacó el oxígeno y se fue a la hora que ella dispuso", precisa Esmerita, quien con una fortaleza admirable detalla el último hálito de aliento de su adorada hija.

Esmerita, pese al dolor que le provoca la muerte de Jeannette, aprovechó esta instancia para agradecer a todas las personas que colaboraron en los eventos y de paso extendió la invitación para todo aquel que sienta la necesidad de ir a despedirse de su hija.

"Me gustaría darle las gracias a toda la gente que colaboró en los eventos y a todas las personas que están enviando mensajes y reconocen la valentía que tuvo. El que quiera venir puede hacerlo", sostuvo.

El mismo agradecimiento es el que Jeannette sentía y de eso da cuenta la segunda parte de su mensaje que dejó en Facebook.

"Me siento tan agradecida de tantos ángeles que pones en nuestro camino: nos brindan cariño, nos apoyan, nos dan buenas vibras y nos hacen más llevadero en todos los aspectos esta difícil situación", escribió.

Por su parte, el esposo de Jeannette, Gerson Molina, sólo tuvo palabras de agradecimiento hacia su esposa y en su Facebook ayer en la mañana le dejó impresa una última promesa de amor.

"Nunca habrá una mañana tan triste como ésta. Mi preciosa Jeannette Cifuentes nos ha dejado. Sólo espero que Dios la reciba como el angelito que ella es. Gracias por todo lo hermoso que me diste, siempre estarás en mi corazón como lo más importante junto a nuestra hermosa hija. Te re amo, siempre juntitos, hasta el mas allá", dice el texto.

En opinión de Esmerita, la muerte y, sobre todo, la lucha de su hija Jeannette deja un legado y una tarea pendiente al país.

"Ella no quería que hubieran más enfermos pidiendo plata por las redes sociales, ni haciendo eventos agotadores para conseguir la ayuda que requieren los costosos tratamientos. El legado que ella nos deja es buscar la forma como país y sociedad para que las personas enfermas que están en la última etapa de su vida no tengan que preocuparse del dinero y reciban una atención digna", explica Esmerita.

La encarnizada lucha que libró Jeannette contra la leucemia le fue reconocida en vida y de ello se siente muy orgullosa su madre.

"Fue uno de los personaje del año en el Diario El Austral y ese reconocimiento se lo dieron las personas, muchos de ellos sin conocerla personalmente. Lo que pasa es que se dieron cuenta que era una mujer muy especial. De eso estoy segura y creo que Dios me la prestó. Es como dijo el sacerdote en el responso: lo que nos queda de ella es una gran sonrisa", comenta.

Efectivamente, la joven paramédico logró el año pasado en la categoría "Sociedad" del concurso "Personaje del Año" de El Austral el primer lugar y no sólo eso, sino que la mayor cantidad de votos, en total fueron 2 mil 859.

Los colegas, familiares y amistades que llegaron ayer al velatorio de Jeannette la describieron como una mujer luchadora, una guerrera, excelente, madre e hija, maravillosa esposa y amiga de sus amigos.

Su fortaleza, desbordante optimismo, ganas de vivir, contagiosa sonrisa, inclusive en los peores momentos, y la mirada casi hipnótica de sus bellos ojos eran parte de su sello característico.

De hecho ofreció muestras de su fortaleza durante toda su enfermedad, inclusive al enterarse de que su cuerpo había rechazado el trasplante y le quedaba poco tiempo de vida.

Los médicos en principio le habían dado dos meses, pero el destino dijo lo contrario. Sin embargo, no perdió ningún día y decidió volver a su ciudad, como ella misma redactó en su Facebook, a disfrutar de sus 3 amores.

La doctora Elena Morales, con quien Jeannette trabajó en el Servicio de Atención Primaria de Urgencia (Sapu) de Pedro de Valdivia, fue una de las personas que corroboró durante el velatorio de ayer las hermosas cualidades de esta valiente mujer temuquense.

"Ella no era para este mundo, por eso se la llevó Dios. Ella sabía que tenía cáncer, sin embargo, nunca la vimos llorar. Siempre lucía bonita y sonriente para los demás. Y pese a lo joven que era daba valiosos consejos. De ella yo aprendí que debemos aprovechar y agradecer la vida, ya que muchas veces nos amargamos por cosas que no valen la pena. No pensamos en el don de la vida y perseguimos cosas materiales", acota la doctora.

La espiritualidad de Jeannette quedó de manifiesto en las palabras finales de su mensaje: "Gracias por todo, sigo luchando hasta mi último hálito de vida, protégeme Dios mío, me refugio en ti. Los quiere, Jeannette".

Andrea Arias