El hecho, repudiado de inmediato por el actual intendente, ha sido rechazado por los diversos sectores, no tiene base ni sustento tanto racional como razonable.
Hay que seguir avanzando en mayor acceso y empleabilidad femenina.
Recientemente el INE publicó las cifras de desocupación para el trimestre noviembre 2013- enero 2014, donde la Región de La Araucanía anota un 5,5% para el trimestre mencionado, logrando la tercera medición con una cifra menor al país, y de paso cerrando el ejercicio anual 2013 con un desempleo promedio de 6,8%, el menor de los últimos cuatro años.
Es sin duda una buena noticia y positiva señal que el desempleo regional venga descendiendo de manera consecutiva en los últimos años en la región. Las tasas de desocupación promedio anual para los años 2010, 2011 y 2012 para La Araucanía son 8,4%; 8,0%; y 7,3% respectivamente. Entre 2010 y 2013, en la región se crearon poco más de 71 mil nuevos empleos netos.
Otro aspecto relevante además de que la tasa de desocupación regional muestre una tendencia a la baja en los cuatro últimos años es que la participación laboral (cantidad de personas que están en el mercado laboral sea como ocupadas o desocupadas, respecto del total de personas de 15 años y más) también muestra avances positivos.
Para 2010, la tasa de participación laboral en la región apenas superaba el 56%; mientras que en 2013 dicha participación llegó a prácticamente al 60%, que es la cifra promedio país. Una mayor participación es importante, ya que indica que más personas que están en edad y condiciones de trabajar se están efectivamente incorporando al mundo laboral.
Aunque al país y la región les falta avanzar en materia de participación, especialmente de mujeres, para alcanzar niveles sobre 70% que exhiben países desarrollados, es un claro avance mostrado en el último periodo por la región.
El sector comercio se consolidó como el motor generador de empleos de 2013 en La Araucanía, aportando con el 60% de los 24 mil nuevos empleos creados en el último año, evidenciando el buen año del rubro y las expectativas positivas de los consumidores.
Creo que entre los desafíos para el empleo regional, está el seguir avanzando en un mayor acceso y mayor empleabilidad de la mujer.
Hay avances moderados en esa línea, pero aun muestra rezagos que no permiten que la región alcance mejores posiciones en el contexto inter-regional y nacional.
Por otro lado es siempre un desafío mantener, propiciar y fortalecer una economía regional con un adecuado ambiente (político, legal, social, etcétera) que incentive la inversión, los negocios y el emprendimiento, que en el mediano y largo plazo son finalmente las fuentes permanente de empleos.
economista Universidad Autónoma de Chile