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Temuquense que sufre obesidad ganó concurso y se operará gratis

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Los últimos cuatro años de la profesora Grase Mutel González (30) han tenido de todo. Alegrías, risas pero también penas y angustias. En enero del 2010 su madre murió y treinta días después nació su hija Grettel. Tuvo una severa depresión posparto que la hizo engordar y pesar 149 kilos. Hoy la vida le sonríe nuevamente tras ganar una operación gratuita vía Internet con la que espera dejar atrás su obesidad mórbida.

La notificación oficial fue el pasado martes. Ese día, a las 12 horas exactas, la pantalla de su celular se encendió. El código de área decía 041. Grase de inmediato supo de tenía que contestar a pesar de estar en una importante reunión de trabajo- y en segundos corrió hasta un cerro del lugar en donde se desempeña como docente de matemáticas. En la llamada la gerenta de la clínica Etoconce, Jacqueline San Martín, le informó que había sido la ganadora del concurso organizado por la entidad vía Facebook.

Grase recuerda que lo único que atinó a hacer en ese momento de felicidad fue gritar lo más fuerte posible.

"Grité tan fuerte en ese momento, que mis compañeros de trabajo pensaron que me había pasado algo malo". Ese grito eso sí, fue de total desahogó, tras los casi dos meses de ardua campaña que movilizó a familiares, amigos, conocidos y también personas anónimas que solidarizaron con su causa.

Hoy, ya más tranquila, hace un repaso junto a El Austral de sus últimos cuatro años, que espera se vean culminados con éxito con esta operación que tanto buscó para su bienestar personal y familiar.

Seguramente si se menciona el año 2010, muchas personas dirían automáticamente: terremoto y tsunami. Sin embargo, para Grase el año del bicentenario significa algo distinto: depresión, ansiedad y exceso de peso.

Todo comenzó en enero cuando recibió la trágica noticia de que su madre había fallecido. No pasaron más de 30 días para que naciera su alegría máxima en la vida. Su hija Grettel, que hoy disfruta su cuarto año de vida. Pero tras ello tuvo una fuerte depresión posparto y desde ese instante su vida no fue la misma de antes.

"La verdad es que ese tiempo fue duro. Cuando murió mi mamá yo tenía 8 meses de embarazo y su partida fue un golpe duro. Después me vino la depresión posparto y todo cambió", cuenta.

Esos cambios tuvieron su expresión más notoria en la comida que ingería día a día. Como si fuese normal, comía un kilo de pan en minutos mientras veía sentada en su living un programa de televisión.

Mutel recuerda esos días con algo de rabia. "Como tuve depresión posparto, me iba a la cocina y comía sola. Cuando me sentaba a ver televisión, no me daba cuenta y en rato me comía un kilo de pan, y no quedaba satisfecha. Nunca me cuestioné nada pero hoy, lo digo y me da rabia por cómo me maltraté sola".

Al no tener conciencia del daño que se hacía, no era extraño que Grase, en uno de sus momentos más críticos, fuera hasta la cocina de su casa y sacara desde un cajón un saco de papas, las pelara y se preparara medio saco (12 kilos aproximadamente) para después comérselas sin mayores problemas.

"Hoy lo analizo y la verdad es que comía como una loca. La verdad, no sé por qué lo hacía, pero lo que si sé, es que eso no lo voy a hacer nunca más", dice con total convicción.

Ese análisis vino acompañado también del apoyo de sus seres queridos. En especial de sus hermanos, su padre biológico y adoptivo, el de su pareja y su hija. De hecho, estos dos últimos fueron clave para que su mente haga el clic que faltaba para comenzar a ver la luz al final del túnel.

"Yo no quiero una modelo 90-60-90, solo quiero una madre con buena salud para nuestra hija por mucho tiempo más", le dijo Richard, su pareja, en 2013. Fue tan potente el mensaje que logró que Grase decidiera cambiar su estilo de vida y comida, dando un vuelco de manera definitiva.

En semanas ingresó a un gimnasio y cambió sus hábitos alimenticios. Los resultados no tardaron mucho y en 3 meses, bajó 19 kilos. A raíz de esa baja, puedo ingresar sin problemas al concurso, ya que tenía buena salud, pero bastante sobrepeso.

En el mes de octubre del año pasado, una amiga le comentó que un centro médico penquista estaba regalando una cirugía por su sexto aniversario. Grase sin pensarlo, revisó el petitorio y envió sus datos hasta la ciudad de Concepción, sin avisarle a nadie de su familia.

No paso mucho tiempo cuando le avisaron que era una de las personas seleccionadas para postular a la operación costo cero. Por ello, tomó un bolso y viajó junto a su pareja e hija hasta Concepción para iniciar formalmente los trámites de rigor. Tras la evaluación, los médicos del centro le dijeron que estaba todo bien y que podía continuar con su sueño de obtener la cirugía bariátrica.

En primera instancia fueron preseleccionados 70 personas. Luego de los exámenes y tratamientos la lista de redujo a 12. Grase seguía en la contienda, y a pesar de que pensó que "el concurso estaba arreglado", a medida que iban pasando los días su confianza iba creciendo.

El momento clave llegó cuando Grase quedó entre las tres finalistas. Paradójicamente ese día estaba de cumpleaños su padre. Desde ese momento comenzó una campaña a nivel familiar y de amistades, con la finalidad de aportar con la mayor cantidad de "me gusta" en la página de Facebook de la clínica que regalaba la operación.

"Para ganar hicimos de todo. Llamé a todas las personas que conocía, me hice fans de Justin Bieber en Twitter y muchas de sus seguidoras me apoyaron. Mis amigos se portaron un siete y gracias a todos ellos logré ganar. Además los otros competidores eran muy buena onda y entre todos nos apoyábamos".

Todo ese esfuerzo tuvo su gran recompensa, luego de casi dos meses de campaña, Grase Mutel González fue oficialmente notificada como la ganadora del concurso, al acreditarse finalmente 2 mil 950 me gusta en la página de la red social de la clínica Etoconce.

De no mediar nada extraño, la cirugía (baipás gástrico) debería realizarse a fines de este mes o a principios de abril en las dependencias de la clínica Etoconce, en la ciudad de Concepción. Según le han informado desde la misma clínica, en 15 días estaría apta para volver a sus labores como profesora de matemáticas.

Hoy, Grase esta pesando 130 kilos. Al menos eso fue lo que arrojó la última medición que se practicó. Considerando sus 1,67 metros de estatura, su peso ideal debería rondar entre los 65 y los 68 kilos.

"Estoy ansiosa. Quiero que llegué luego ese día para volver a sonreír con más ganas. La verdad siempre he sido una persona alegre, pero esto me va a dar un impulso en mi vida para poder disfrutar de cosas que no he podido hacer con mi hija principalmente".

Cuando la Primera Dama inició el programa "Elige Vivir Sano", la idea era bajar una serie de indices que son un problema grande para Chile y La Araucanía.

Según la última encuesta nacional de salud, un 70,9% de los habitantes de la Región tiene algún tipo de sobrepeso.

Ese alto índice se traduce que las personas sufren de un excesivo sedentarismo, motivo por el cual las autoridades a nivel central y local han desplegado grandes esfuerzos por que la población entienda la importancia de la buena alimentación y el deporte.

Pero sin duda otro dato que preocupa es que del total, un 35% sufre de obesidad, la misma enfermedad que padece Grase y que quiere dejar pronto en el olvido.