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Vecinos se suman a ola de críticas sobre Recabarren

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Nelson Zapata

Literalmente, bastante polvo ha levantado la obra de remodelación y ampliación de Avenida Recabarren, en el sector poniente de Temuco.

A las críticas por la demora en la entrega de los trabajos y al aumento del presupuesto, se suman los inconvenientes que tienen algunos vecinos y conductores, por problemas en la señalética y el polvo (o barro, si llueve) que se genera con la tierra arnereada que está en los bandejones.

"La recién entregada Avenida Recabarren, con sus dos calles de servicio, es una verdadera bomba de tiempo. Ocurre que los micreros y colectiveros no respetan los semáforos en las calles de servicio en las intersecciones de Avenida Italia y Los Pioneros", lanza Romualdo Ramos, uno de los tantos vecinos preocupados de la situación.

Consultados los vecinos respecto de esta obra, las opiniones están divididas.

Si bien hay unanimidad respecto de la incomodidad que ha provocado en quienes viven cerca de los trabajos, las respuestas se dividen entre quienes piensan que se debe tener paciencia ante el avance que significa, y quienes -la mayoría- denuncian suciedad, además de deficiencias en el diseño y planificación.

Alegan los vecinos que viven justo al lado de la vía para la locomoción colectiva, que como los montículos de tierra suelta están en inclinación, con un poco de viento toda esa tierra va a dar a los antejardines y dentro de las casas.

Sergio Vásquez manifiesta que "el tierral entra a la casa. Pican por un lado y por otro, dejan las cosas a media, y no hay una línea de trabajo. Los días que hay mucho sol o calor, hay que estar encerrado, porque es tremenda la tierra que se mete en las casas".

María Elsa Pino enfatiza que el problema es tanto cuando la tierra está suelta, como cuando llueve. En su caso, sacaron una parte de la solera que da a la vía central, por lo cual cuando caen precipitaciones, el agua cae arrastrando barro hacia los estacionamientos.

"Me llega todo el barro. Vivo hace 20 años acá, antes era tranquilo, pero ahora nos cambió la vida para mal. Hay que andar trapeando, limpiando los pisos, lo que es muy malo para quienes somos dueñas de casa".

Rosa Arias posee una peluquería. Debe tener la puerta abierta durante el día, lo que ya es un problema por el tema de la tierra. Aunque, dice, es peor en el segundo piso.

"Una abre la ventana, y como el polvillo con el viento sube, quedan las piezas todas sucias", dice.

Sin embargo, su mayor preocupación es la velocidad con que circulan los vehículos en aquella calle de servicio.

"Las micros pasan demasiado rápido. Acá habrán muchos accidentes, porque ellos no se percatan que acá hay muchos niños que van a clases durante el día. El otro día una señora iba con su perro por la vereda, y como un micrero iba muy a la orilla, atropelló el perro sin importarle nada. Deberían poner lomos de toro", precisa.

Critica además que mientras las vías principales están vacías, por abajo pasan los vehículos a gran velocidad.

"Mi marido se demora 5 minutos en sacar el auto en la mañana, por todo el tremendo tráfico que hay y donde pasan a toda velocidad. Es molesto para todos quienes vivimos acá, sobre todo quienes tienen niños.

Las veredas mal terminadas son otro problema. "Dos señoras se han caído frente a mi casa y han quedado sangrando. Hemos conversado con personas que están a cargo y no han hecho nada", alega Sergio Vásquez.

Juanita Rodríguez ya sufrió un problema al caerse. "Me tropecé en una de las veredas, y estoy con una lesión dolorosa".

Por el contrario, Salustiano Silva pide paciencia. Opina que cualquier trabajo que tenga que ver con un adelanto para la ciudad, demora. Es el costo.

"No se han preguntado cómo va a quedar cuando terminen los trabajos. Eso es lo prioritario. No se saca nada con reclamar sobre ruidos y tierra. Están trabajando y nada será de la noche a la mañana. Es el precio del progreso. Vale la pena el sacrificio. Es un trabajo de muy buena calidad que esta zona de la ciudad se merecía".

Ante la avalancha de críticas y denuncias, Alejandro Becker, propietario de la empresa Constructora Ingenieros Asociados, Cial, expresó que sólo faltan detalles, y que en su conjunto, los trabajos están en un 98% terminados, invitando a los críticos a desplazarse por la avenida, y observar que la obra está funcionando normal.

"Sólo queda la jardinería, cosas muy menores, detalles menores que no afectan en absoluto el normal funcionamiento de la obra", asevera.

Enfatiza que las vías están expeditas y si falta por entregar, es porque la jardinería tiene un tiempo específico para su puesta en desarrollo. "El período vegetativo de las plantas parte en abril, antes no se puede trasplantar. Por ahora está parado el trabajo, porque no se puede hacer la jardinería, pero es un detalle", aclara.

Cial se adjudicó la licitación con un presupuesto de casi 8 mil millones de pesos. Sin embargo, hace unas semanas el Ministerio de Obras Públicas aprobó un 20% más para terminar los trabajos, es decir, mil 500 millones de pesos sobre el presupuesto inicial.

El asunto preocupó al diputado Fernando Meza -miembro de la Comisión de Obras Públicas del Congreso- quien anunció que solicitaría una investigación por la actitud de la empresa, así como el accionar de Vialidad en La Araucanía.

Al respecto, Alejandro Becker desestimó las críticas, debido a que tanto el aplazamiento, como la demora, se han debido a las propias exigencias que los organismos públicos le han asignado a la obra durante su desarrollo.

"Lo primero, no hay demora. La obra está funcionando. Segundo, si la el proyecto se ha alargado, es por las mismas definiciones que se le han hecho al proyecto y que han surgido en el camino. Había otras normas de seguridad, no estaba la Unidad Operativa de Control de Tránsito de la Seremi de Transporte, no estaba funcionando en Temuco, y ahora que sí está, dispuso otras normas. Son todos imprevistos por la complementación del proyecto, que provienen de los propios servicios, como el MOP, Obras Hidráulicas o la Seremi de Transportes", opina.

Ante las suspicacias, desligó de este asunto al municipio (cuyo alcalde es su primo, Miguel Becker): "La municipalidad no tiene nada qué ver. No tiene fuero, a ellos sólo le entregan la obra".

Argumenta además otras razones. Por ejemplo, las vicisitudes propias de una obra de tamaña envergadura, donde por el trayecto, se encontraron con un terreno difícil, con mucha piedra, pero que no impidió llevar a efecto de buena manera la construcción.

"Para proyectos de esta magnitud, es normal modificar ciertas cuestiones. Por ello está la institucionalidad de las modificaciones, sino, no existirían", confidencia.

Finaliza subrayando la calidad del trabajo: "La conexión de Temuco y Labranza es extraordinaria. Todo el tramo entre Labranza hasta Endesa (sic, hoy Transelec) por Los Poetas es una inversión fabulosa. Está su puesta en marcha, y no hay tacos, nada que afecte a los automovilistas. Esta es una alameda, y los semáforos tendrán que regularse, si la velocidad sube o si entorpece", concluye.

"Pareciera que ahora les instalaron pistas exclusivas para que corran con sus vehículos. Espero estar muy equivocado, pero así como están las cosas esto va para que ocurra un accidente de proporciones".

Romualdo Ramos,

vecino de sector