Insólito: la letra "Ñ" provoca un calvario a mujer puertorriqueña
Andrea Arias
Está a la derecha de la «l» en los teclados y no tiene su equivalente en el alfabeto latino que se usa en Norteamérica, el más usado del mundo hoy en día.
Se trata de la letra "eñe", cuya virgulilla o más bien ausencia de ella, está causando una insólita pesadilla a una ciudadana puertorriqueña en Temuco, quien se casó hace 7 meses con un temuquense que conoció por Internet.
Su nombre es Grisel Rodríguez Núñez. Tiene 24 años. Es profesora de letras y es oriunda de "Juana Díaz", Puerto Rico, "La Ciudad de los Reyes y los Poetas".
Lamentablemente, desde octubre del año pasado Grisel no ha podido unificar su documentación, esto le ha acarreado problemas para hacer uso del beneficio de Fonasa, convalidación de su título y una profunda angustia de cara a la tramitación de su visa permanente en calidad de esposa de un chileno.
Está cansada de los trámites, baldes de agua fría que han salido en el camino y que más encima el "Registro Civil me acuse de generar una doble identidad, situación que jamás busqué".
Grisel ingresó al país con su pasaporte americano, ya que Puerto Rico es un Estado Libre Asociado a Los Estados Unidos, y como tal su nombre está traducido al inglés. Aparece sin tildes ni virgulilla de la eñe: "Grisel Rodríguez Nunez".
Situación que el lingüística de la Universidad Católica de Temuco, Raúl Caamaño de entrada califica "como una intromisión cultural y falta de criterio". Ver entrevista lateral.
Con ese pasaporte más su certificado de matrimonio, el cual Grisel consiguió el 21 de agosto del año pasado al contraer nupcias con Alejandro y en donde su apellido sí figura con Ñ, tramitó su visa temporal de residencia la que vence en octubre de este año.
"Llenan toda la documentación y me dan la visa de residencia temporal con mi apellido sin Ñ, en vista que en mi pasaporte de los Estados Unidos soy Nunez. Y esto pasa porque allá la letra Ñ no existe, entonces para todos los documentos oficiales en Estados Unidos soy Nunez, aunque cada Estado de manera independiente sí reconoce la Ñ de sus ciudadanos para trámites internos, de tal manera que en mi país para todos los efectos yo soy Nuñez".
Criterio que operó el día de su matrimonio en Temuco y que Grisel no objetó, ya que para ella es normal, en circunstancia que en Puerto Rico existen 2 idiomas oficiales, el español y el inglés.
"Recuerdo que la muchacha que me atendió no se hizo problemas y me casaron como Núñez. Me preguntó si era Nunez o Núñez y yo le expliqué que mi pasaporte estaba en inglés, pero que mi apellido es Núñez y no le vi problema", cuenta esta puertorriqueña.
Luego con el certificado de matrimonio en mano, Grisel comienza a tramitar su visa de residencia temporal.
En dicho documento, el nombre de Grisel también aparece traducido al inglés. "Y la verdad es que como el pasaporte es un documento de los Estados Unidos no me hice problema y tampoco vi inconveniente en que me pusieran como Nunez".
Lógica nacional que según ella contrasta con su experiencia al visitar otros países como España o Marruecos, entre otros.
"Por ejemplo, estuve en España estudiando unos meses y allá en la visa que me dieron se respetó mi apellido con Ñ, tal como aparece en mi certificado de nacimiento, documento que por lo demás cuando ingresé a Chile validó el consulado", acota.
Con la visa temporal y el certificado de matrimonio, el siguiente paso de Grisel fue volver al registro Civil para sacar su Cédula de Identidad con RUT de extranjero.
Y para ello le pidieron un certificado de registro de visa que solicitó en la PDI en 2 ocasiones, ya que en el primero le respetaron su apellido con Ñ "y como así no me lo aceptaban para darme mi cédula, tuve que ir de nuevo a pedirles que me hicieran otro, pero esta vez sin la Ñ".
En esta parte de la historia comienza la pesadilla para Grisel y el inconveniente de tener que enfrentarse a la pérdida de su identidad, cultura y raíces.
"Mientras tramitaba mi Cédula de Identidad (la que le entregaron el 15 de noviembre del año pasado) me dijeron lo que pasa es que tú en Chile eres Nunez y no Núñez. Ahí empezaron los problemas, yo les dije en el Registro Civil que soy Núñez no Nunez, de hecho les llevé mi certificado de nacimiento que está reconocido en Chile y la respuesta que me dieron fue peor", sostiene.
"Me mandaron al consulado de Estados Unidos, cuenta Grisel, a solicitar la rectificación de mi apellido en mi pasaporte: me dijeron si tú eres Núñez, entonces en tu pasaporte tiene que haber una Ñ y ahí yo no lo podía creer, además Extranjería me dio un plazo de 30 días, eso fue en noviembre, y me advirtieron que si no conseguía la documentación rechazarían mi solicitud de rectificación de identidad".
Plazo que ya venció hace 3 meses y Grisel todavía no consigue una respuesta del consulado. "Aquí falta criterio, porque en el Registro Civil nos dijeron que si nosotros como matrimonio tenemos un hijo y nos vamos a Estados Unidos, allá será Nunez, pero al volver por ser chileno automáticamente le cambian el apellido, pero como yo soy extranjera no me hacen el cambio: eso es discriminación y obligarme a ser alguien que no soy. En esta historia es el Registro Civil el que no quiere dar su brazo a torcer. Hemos ido tantas veces que ya de solo vernos la cara nos sacan el cuerpo", grafica con molestia.
Y añade: "Es que no se entiende, cómo un país va ir a decirle a otro que modifique su documento oficial de pasaporte", plantea Grisel, a quien la situación le afecta más allá de la grafía. "Resulta que yo estoy muy orgullosa de mi apellido materno. Es más, en mi país firmo como Grisel R. Núñez desplazando mi apellido paterno que no me identifica, ya que no tuve una relación cercana con mi papá".
A lo anterior se suma el hecho de que en febrero de este año tuve un accidente, ya que padezco de anemia crónica y ahí nos dimos cuenta que mi Cédula de Identidad estaba invalidada para ser carga de mi marido en Fonasa, ni siquiera pasaba como indigente. Fuimos a investigar al Registro Civil y me salen con que me habían invalidado el RUT, porque yo había creado una doble identidad al ingresar el número de mi RUT a mi certificado de matrimonio, en donde no aparezco como Nunez, sino Núñez y más encima me dicen que es un delito y que ni siquiera se sabe si mi matrimonio es válido", puntualiza.
El calvario que está viviendo hoy Grisel tiene su génesis en su historia de amor que comenzó a gestarse en febrero del 2011, cuando conoció en un foro de Internet al que hoy es su marido: Alejandro Mora Aravena de 32 años.
Él es técnico en sonido y trabaja en el Departamento de Relaciones Públicas de la Municipalidad de Temuco.
Grisel es una mujer decidida y directa. Cosmopolita. Y de ello dan cuenta los sellos que tiene su pasaporte. Por lo mismo, no titubeó cuando Alejandro le propuso matrimonio e iniciar una vida juntos en Chile.
Hizo sus maletas y dejó a su madre y hermanas en su país. Estaba segura que había encontrado al hombre de su vida, de hecho nunca antes había tenido una relación "tan transparente con alguien, aunque en el primer año a la distancia fue con altos y bajos".
"Pasábamos horas y horas hablando por Internet, pero también peleábamos harto. A él le costó ser directo y decidirse si yo le gustaba o no: no era claro. De hecho si hay algo que le molesta de los chilenos es que quieren decir una cosa, pero dicen otra: para mí las cosas son literal", relata Grisel.
Pero como a ella no le vienen con rodeos, en diciembre de 2011 viaja a Temuco a conocer en persona a Alejandro, a quien le encontró un parecido con Alí Babá. "Lo primero que hice en el aeropuerto cuando lo vi fue pegarle un manotazo. Se acercó por atrás e intentó asustarme y quitarme la maleta", recalca Grisel.
Golpe que Alejandro recibió con emoción y le adjudicó connotaciones más profundas, ya que según él cuenta, "ahí me di cuenta que esto era real, me remeció el hecho de que se las jugara por la relación y dejara todo atrás para venir a un lugar desconocido".
Cuando Grisel deja Chile a fines de diciembre del 2011 se produce un distanciamiento entre ambos, pero luego Alejandro toma la iniciativa y literalmente la comienza a acosar: ¡ya se había dado cuenta que la necesitaba y no quería perderla!
Así es como Grisel vuelve en diciembre de 2012 y esta vez suenan las campanas de boda. "No hubo una pedida de mano al estilo Disney. Él se lo propuso y ella dijo que no, "porque no lo veía muy independiente ni seguro del paso". Finalmente ella le pide matrimonio y entre ambos formalizan la relación en vísperas de Año Nuevo de 2013.
Y aquí están, pese a todo, y más allá de la letra Ñ, muy enamorados. "De ella me gustó lo arrojada y decidida", acota Alejandro, mientras ella asegura que lo que la hizo rendirse a sus encantos "fue lo protector que es él conmigo, me dijo que yo merecía un hombre que me valorara".
"Me dijeron si tú eres Núñez, entonces en tu pasaporte (que es americano por ser ciudadana de Puerto rico) tiene que haber una Ñ y yo no lo podía creer (...) después me salen con que yo había creado una doble identidad".
Grisel Rodríguez Núñez,
ciudadana extranjera