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Las bellezas naturales que rodean al Colico

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l verano ha concluido y la zona cunquina del lago Colico vuelve a su habitual tranquilidad. Fueron meses intensos, donde el borde lacustre, partiendo desde Puerto Puma y avanzando rumbo al encuentro con el lago Caburgua, fue visitado por miles de turistas, que han sumado esta parte de la precordillera a sus rutas de viaje.

Como parte de la Red de Reserva de la Biosfera de la Araucaria, la comuna de Cunco cuenta con bellezas naturales aún poco conocidas, destacando el río Blanco y las Termas de San Sebastián, ubicadas a las espaldas mismas del Parque Huerquehue. Y si bien la ruta que avanza a orillas del Colico no está asfaltada, el paseo bien vale la pena.

La zona del Colico es rica en bosques vírgenes. Por estos meses el rojo y blanco de los copihues adornan las márgenes del lago, uniéndose a los chilcos y al verde de los maitenes, hualles y robles.

Para quienes aún no conozcan las bellezas naturales de esta zona, el lago Colico se ubica a 15 kilómetros de Cunco, por una ruta asfaltada en gran parte. Su puerta de acceso es Puerto Puma, desde donde comienza una ruta que va bordeando el lago, apegada contra murallones de piedra y montes que anticipan las grandes alturas de la vecina comuna de Pucón.

La constante siempre es la presencia de los bosques. Y tanto es así que una de las fiestas tradicionales de la comuna es la del digüeñe, donde la pequeña localidad de Villa García se hace epicentro de emprendedores y sibaritas en torno al pequeño y exquisito hongo que crece en las ramas de los árboles de la zona.

El atardecer en las riberas del Colico es otra atracción para los amantes de la fotografía, el paisajismo y el avistamiento de fauna, con los marcados colores del cielo haciendo resaltar las moles oscuras de los montes que anuncian la cercanía de la cordillera.