Cómo se vivió anoche la masiva movilización en Arica e Iquique
Más de cinco horas en las zonas de seguridad delimitadas tuvieron que pasar los habitantes del sector costero de las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá, luego del terremoto 8.2 grados Richter que se registró a 89 kilómetros al suroeste de Cuya, a las 20.46 horas de ayer y la alarma de Tsunami que activó el movimiento telúrico.
Lo anterior, debido al oleaje producido por el sismo, el que hizo que el mar registrara movimientos entre 2.7 y 1.7 metros en las zonas más afectadas.
Evacuación que fue rápida en ambas regiones. En Arica, las personas se movilizaron por iniciativa propia, dos minutos después de que sucediera el movimiento telúrico. Según cifras de la Onemi de esa región. El 98% de la gente que vive en zona de riesgo fue evacuada, gracias al despliegue de Carabineros, PDI y Bomberos.
Carolina Videla, seremi de Gobierno de Arica y Parinacota, calificó el proceso de evacuación en su región como "ejemplar", a pesar de la falta de alarmas de Tsunami que existen en el lugar, por aún estar en proceso de licitación.
Entre los incidentes que registró la masiva evacuación de personas, según el reporte oficial que envió la intendencia de la decimoquinta región, sólo se registró un accidente que tuvo heridos leves.
El complejo penitenciario de Acha no fue evacuado por Tsunami, debido a encontrarse en una zona de seguridad, pero se realizó el protocolo existente para movimientos sísmicos y cuenta con energía eléctrica, gracias a la acción de generadores.
Por otra parte, el hospital Juan Noé estaba operativo en un 90% y funcionando con normalidad.
Salvador Urrutia, alcalde de Arica, expresó que no se registraron problemas mayores en la evacuación de los habitantes de su ciudad, pero enfatizó en el uso de los vehículos en una emergencia.
"Las personas deberían ser un poco más conscientes cuando existe una catástrofe y dejar los vehículos, pero a pesar de todo, la evacuación resultó muy bien", indicó Urrutia.
En la Región de Tarapacá se movilizaron más de 80 mil personas a las zonas de seguridad, de manera rápida, pero alertados por las alarmas de Tsunami que se encendieron.
El alcalde de Iquique, Jorge Soria, expresó que vivió la evacuación en carne propia, ya que estaba en su oficina en el octavo piso del edificio consistorial, ubicado frente al mar.
"Sentí muy fuerte todo, fue un gran susto el que pasamos, pero me levantó la moral, cuando vi que miles de personas íbamos andando para evacuar. Todo el mundo pasó por esto y llegó hasta arriba, hasta el regimiento evacuando", indicó el edil.
Héctor Mérida dijo que al momento de la evacuación y las réplicas se veía como explotaban los vidrios en los diversos edificios, pero que la gente también se veía tranquila y ordenada.
Miles de personas comenzaron a subir el cerro, en busca de un lugar seguro, antes de volver a sus casas, pasada la una de la madrugada, cuando se bajó la alerta de Tsunami.
La cárcel de mujeres de Iquique fue evacuada, pero más de 300 reas del lugar se fugaron, lo que conllevó la salida de efectivos de las fuerzas armadas para buscar a los prófugos.
Las autoridades de Iquique, también confirmaron que hubo saqueos en diversos sectores de la ciudad, entre los que se encuentra el robo del supermercado Lider, según constataron periodistas desplegados en el sector.
En Alto Hospicio hubo un colapso de la ruta A-16, por la masiva subida de vehículos, tratando de subir al lugar, a la vez que en una primera instancia se cerró la ruta de bajada.
"Hubo derrumbes en cinco sectores, por lo que está inhabilitada la subida y la bajada. En Alto Hospicio en sí, se vio una calma y seguridad en las personas, ya que no hay mar, pero el terremoto dejó daños estructurales", explicó Alejandra Lobo, encargada a de comunicaciones de la mencionada comuna.
Otra de las zona evacuadas fue Pisagua (comuna de Huara), donde todos sus habitantes subieron al sector alto de la caleta, a la espera que se acabara la alarma de Tsunami.
"La información que tenemos es que las personas hicieron la evacuación de manera rápida, por el riesgo inminente que existe con la llegada de la ola al antiguo puerto, pero no hemos podido tener contacto con las personas", indicó desde Huara, Pía Aubert.
En ambas regiones una de las máximas complicaciones fue la pérdida del suministro eléctrico, lo que complicó la movilidad en esos sectores.
El obispo de Iquique, monseñor Guillermo Vera, llegó hasta las dependencias de la radio Caribe para efectuar un rezo comunitario y dar fuerza a todas las personas. "Yo estaba en una tienda con mi mamá cuando ocurrió el evento, así que al escuchar las alarmas, lo que hicimos fue correr y cuando todo estuvo bien, pudimos ir a entregar una palabra de apoyo". El prelado, tras estar en la emisora, se trasladó hasta el hospital regional a las 23.00 horas, para hablar con las personas que estaban en el lugar, para dar una palabra de apoyo a los que llegaron hasta el centro asistencial, por causa del terremoto.