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No cree en arrepentimiento de asesinos

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Luego que el pasado 20 de febrero se condenara a Jorge Ruiz Lara (25) y Héctor Pereira Painenahuel (31) a 20 años de cárcel y presidio perpetuo simple por el asesinato del colectivero Nelson Figueroa Manzanares, la semana pasada la Corte de Apelaciones de Temuco rebajó las penas de ambos asesinos a 15 y 18 años de cárcel, una medida que sorprendió a la familia del hombre de 64 años.

Claudia Figueroa, su única hija, afirma sentirse decepcionada de la justicia, sin embargo, recalca que apelarán hasta la última instancia para que ambos sujetos paguen por el crimen que enlutó a la zona lacustre.

-Me enteré hace poco, como a fines de marzo. Yo me sorprendí porque pensé que ya había terminado todo. Fui a la Fiscalía y ahí me dicen que no me preocupe, que no va a pasar nada, que no iban a acoger el recurso porque era mucho gasto para el Estado traer a los peritos para que declaren y hacer el juicio de nuevo.

-Ese día me comuniqué con la vocera de los colectiveros y le pregunté si sabía alguna noticia, y me dijo que cualquier cosa me avisaba. Pasa un rato, me llama, y me dice que escuchó en la radio que les habían bajado la condena. No transcurre ni media hora y me llaman de la Fiscalía para preguntarme a qué hora podía ir con mi mamá porque tenían que hablar urgente con nosotras. Les pregunté si eran malas noticias y me dijeron que sí, que eran muy malas.

-Sí, vamos a seguir luchando hasta conseguir justicia por la muerte de mi padre. El fiscal nos señaló que no hay que ser pesimista ni optimista, sino realistas, porque me dijo que se acepta un caso entre tantos.

-Que se pongan en el lugar de nosotras y que nos ayuden. De ellos depende la última palabra, así que por favor que nos ayuden. En el juicio dijeron que ellos eran un peligro para la sociedad, así que cómo van a quedar libres tan pronto.

-Nos llama la atención que todavía no podamos cerrar esto. Nosotros la última vez (cuando terminó el juicio) estábamos satisfechas porque los habían condenado y las penas eran, entre comillas, justas. Habíamos quedado conformes con que le dieran 40 años a Pereira, y como al otro "lo premiaron" porque no tenía antecedentes, 20 años estaba bien, pero que los cumpliera sin beneficios. 15 y 18 años no nos parecen justos.

No. Pereira tenía un relato tan bien armado que parece que le escribieron todo, que se lo aprendió de memoria, era demasiado estructurado. Ruiz Lara fue más pausado, como que iba recordando lo que pasó y si bien pidió disculpas, uno está con ese dolor y sólo se queda con el relato de "sí, lo amarramos, lo secuestramos lo tiramos para tal parte". Es demasiado fuerte como para que después te pidan perdón.

-Una burla. Se supone que alguien va a la cárcel porque cometió un ilícito y va a rehabilitarse. Primero está con celular, que no debiera tener; con Internet y con marihuana, supuestamente. Nosotros sufriendo por lo que pasó y él feliz de la vida en la cárcel. Mostrando fotos, haciéndose el bacán y demostrando que está mejor que afuera. Es como "no le trabajo un día a nadie, tengo comida y tengo de todo".

-Es difícil, estamos recién con todo esto encima, no han pasado ni dos años desde que mi papá se fue. A lo mejor con el tiempo, quizás algún día. Los primeros días pensábamos todo el tiempo en lo que le hicieron, pero con el paso del tiempo me he ido quedando con los buenos recuerdos de mi padre. Esto es ir de a poco cerrando un proceso interno.

"Nos llama la atención que todavía no podamos cerrar esto. Nosotros la última vez estábamos satisfechas porque los habían condenado y las penas, entre comillas, eran justas".

"Vamos a seguir luchando hasta conseguir justicia por la muerte de mi padre. El fiscal nos señaló que no hay que ser pesimista, ni optimista, sino realista".

Para María Martínez, viuda del colectivero de 64 años, este proceso también ha sido sumamente difícil. Recordando que siempre le pedía a su esposo que no trabajara de noche. La madre de Claudia asegura que no cree en el arrepentimiento de los sujetos y que hoy sólo busca justicia. "Para mí todo lo que dijeron fue mentira, las disculpas no valen ahora. No los perdonaré porque tengo demasiada rabia con ellos porque me quitaron a mi marido. Por culpa de que se le atravesaron en su camino él no está con nosotros y nunca más lo va a estar, aunque ellos se pudran en la cárcel". Respecto a la rebaja de condena, Martínez concluye que "estamos en total desacuerdo con lo que está pasando. Pensamos que el proceso se había cerrado y ahora estamos de vuelta con lo mismo. No sé qué pasa con la justicia que no piensa en las familias sino en los delincuentes, parece que está de parte de ellos".