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Beethoven fue el gran invitado a la noche del Teatro Municipal

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Cuatro maravillosas obras fueron interpretadas anoche por la Orquesta Filarmónica de Temuco, en un Teatro Municipal repleto y donde Beethoven fue el protagonista.

Se trató del segundo concierto que realiza la orquesta este año, donde los violines de las obras de Ludwig van Beethoven, brillaron con las interpretaciones.

En la ocasión también se estrenó una fanfarria del actual director de la orquesta David Ayma, quien demostró los buenos resultados de los 19 nuevos músicos, quienes realizaron un concierto impecable.

La primera pieza llamada "Obertura Coriolano", creada en el año 1808, se destacó por el dramatismo de la obra que fue dedicada a la historia de un patricio romano que fue condenado a muerte.

En las partituras se describe muy bien toda la gallardía del soldado, con sonidos de cuerda impecables, entregadas por los 37 músicos de la orquesta.

En segundo lugar se tocó el concierto para violín y orquesta en re mayor, también de Beethoven, el cual tuvo como protagonista a Marcelo González, violinista de la Orquesta Sinfónica de Chile, instructor de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil y músico con una dilatada trayectoria sobre los escenarios.

Durante su presentación, el músico mostró toda su pasión por el violín, deleitando con la gracia de este instrumento, con melodías profundas y con variaciones que lograron encantar al público.

Posteriormente se vivieron dos estrenos en el Teatro Municipal de Temuco.

El primero fue la Fanfarria de la Orquesta Filarmónica de Temuco, pieza musical especialmente escrita para la ocasión por David Ayma. La obra, es una pieza compuesta para mostrar las virtudes interpretativas de la Filarmónica de Temuco, elenco que inició el 2014 una nueva y productiva etapa para la historia musical de La Araucanía.

Tras ello, y también por primera vez, las composiciones de Beethoven estuvieron presentes en la presentación de la Cuarta Sinfonía en si bemol mayor.

Esta composición se suma a las 7 que ya había estrenado la orquesta, quedando sólo por mostrar la número 6.

La pieza se caracteriza por ser una de las más majestuosas, donde la exuberancia estuvo presente y sobre todo la complicación en la interpretación, la cual fue compuesta en el año 1806.

La obra logró los acordes necesarios para que el teatro aplaudiera de pie esta intensa jornada, donde el dinamismo y sobre todo el dramatismo de esta composición se sintió entre quienes llenaron las butacas justo a las 20 horas de ayer.

Todo ello estuvo a cargo de David Ayma, quien reclutó este año a nuevos músicos, quienes han logrado una afinidad que se nota sobre el escenario y donde la composición sobre el teatro permitió disfrutar de un gran homenaje a uno de los mejores compositores, el alemán Ludwing van Beethoven.