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Uso y desusodel recurso agua

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Durante mucho tiempo el uso del agua y los derechos asociados al mismo han sido motivo de discusión y preocupación tanto en el país como en La Araucanía, región que necesita de ese elemento imperiosamente para la agricultura. De hecho, a fines del primer mandato de la actual Presidenta se envió al Congreso un proyecto para darle al agua el rango constitucional de uso público, lo que posibilita adoptar una serie de medidas en caso de necesidad. Ahora se retomará dicho proyecto no aprobado y en paralelo se verá la modificación del Código de Aguas.

El ministro de Obras Públicas ha dicho que la intención es otorgar al Estado mayores atribuciones para garantizar la existencia de agua tanto en el uso humano como en la agricultura, tema trascendente en La Araucanía. En algunos sectores estos anuncios han sido apreciados; en otros despiertan ciertas aprensiones, pero lo concreto y real es que se debe normar moderna y eficientemente un manejo en muchos casos irregular.

Cuencas con evidente menor capacidad a los derechos otorgados, lo cual otorga el privilegio de uso sólo a los primeros que se encuentran 'aguas arriba'; derechos que jamás han sido utilizados y que permanecen cautivos mientras otros requirientes se ven imposibilitados de acceder al agua, la que el futuro cuerpo legal permitiría liberar y reasignar; numerosas extracciones ilegales; carencia de sistematización de los derechos otorgados, de los cuales se sabe que serían más de 100 mil, son algunas de las cuestiones que el Estado debe revisar vía ley, en beneficio de la sociedad en general, del bien común.

La autoridad ha descartado expropiaciones, simplemente la facultad de adoptar medidas tendentes a evitar la sobreexplotación, el mal uso y el desuso, buscando un aprovechamiento racional mediante eficientes administradoras de cuencas que cautelen los derechos de todos.

Si a estos objetivos en orden a priorizar y garantizar el consumo humano y otros, como el agrícola, se suman las más eficientes tecnologías, se estará en el camino correcto.

El profeta Isaías predicó a su generación perdida y sin temor de Dios gritando a los cuatro vientos ¡ay de ustedes! Seis veces gritó de ira el profeta que hablaba en nombre de Dios. Pero bastó sólo un encuentro íntimo y personal con Dios para que mirara su propia realidad frente a la divinidad, y gritara ahora con angustia, ¡'ay de mí'!

'Mi expectativa es que la gente se entretenga y lo pase bien'.

'Carahue y la costa se merecen un puente moderno, ancho, y que tenga resistencia para el fluido tránsito que tiene el sector'.