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'Todo Chile va a descansar si algún día se sabe lo que le pasó a Matute'

libro. Carlos Basso, el periodista que investigó desde el principio el caso, confía en que ahora se sabrá lo que ocurrió con el muchacho en 1999. Acaba de publicar una novela basada en el hecho.

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Al joven extraviado le dicen 'Andy', no Coke. La última vez que se le vio fue en la discoteque 'La Polilla', no en La Cucaracha. Su mamá no se apellida Johns, sino 'Smith'. Y su hermano es 'Axel', no Alex.

El periodista Carlos Basso insiste en que su libro 'Desaparecido en Concepción, la historia de un encubrimiento' es sólo una ficción inspirada en hechos reales, que no es la verdad sobre lo que ocurrió en 1999, cuando se perdió el rastro del universitario Jorge Matute Johns, cuyos restos aparecieron en 2004 sin que hasta hoy se sepa quién lo mató ni en qué circunstancias.

Basso es el reportero que mejor conoce el caso. Como editor del ex diario Crónica lo siguió desde que la familia lo denunció, y junto a Pablo Torres en 2001 publicaron el libro 'Los enigmas del caso Matute Johns'. Pero ahora cambió el género y afirma que su texto se alimenta de varias hechos que conoció en su labor reporteril. 'Si supiera alguna verdad la habría contado a través del periodismo, no de la ficción', asegura.

Pese al tiempo, confía en que la nueva indagatoria y las técnicas forenses modernas aclararán el crimen. 'Solís es el mejor juez que pudo tener este caso. Es extremadamente proactivo, con muy buena actitud hacia las víctimas. Si Jaime Solís no saca este caso, no lo va a hacer ningún juez más', comenta.

- Más que una falla, creo que lo que nadie advirtió fue que había gente muy poderosa detrás del caso y que bloqueó las investigaciones. Cuando tuve la idea de ficcionar esto revisé los artículos de prensa, lo que nosotros mismos hicimos en esa época, y me encontré con que al día dos comenzaron los distractivos. Uno no tenía conciencia en ese momento, pero de inmediato comenzó un asedio profesional hacia policías, periodistas, falsos llamados de secuestro, avisos de avistamiento de cuerpos, pistas falsas que, vistas a la distancia, no fueron diseminadas casualmente.

- Sin duda, no olvides la frase de la jueza Flora Sepúlveda, que dijo que quienes estaban detrás de esto eran profesionales… profesionales de la inteligencia, de la interacción.

- Me da la impresión que la jueza apuntaba a profesionales que asesoraban en el encubrimiento de este crimen, profesionales probablemente de la inteligencia que sabían perfectamente bien cómo funcionaban los medios de comunicación, las policías, que tenían un conocimiento acabado de cómo se entorpecía una investigación judicial. ¡Este caso no debió haber tomado más de una semana! Pero evidentemente las policías estuvieron obligadas a investigar todas las pistas que aparecían: llamados de cuerpos flotando, de gente que lo había visto caminando en Chillán, en Los Ángeles, un llamado al matinal de Mega diciendo que lo tenían secuestrado…

- Con la intensidad que vimos en un primer momento no he visto nada semejante, pero no me cabe la menor duda de que es muy probable que si el juez en algún momento adopta medidas punitivas hacia quién sea, van a comenzar estas maniobras.

- Yo creo que todo el país va a descansar si algún día se sabe judicialmente qué es lo que pasó.