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Seis centrales hidroeléctricas en la Región esperan ser aprobadas

participación. Tras el rechazo a Hidroaysén, autoridades regionales señalan que las comunidades deben ser parte activa de estos proyectos.

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Tras la negativa del Gobierno a la construcción del megaproyecto Hidroaysén, y de la mano de la nueva agenda energética impulsada desde el nivel central, una serie de proyectos se mantiene alerta ante este nuevo escenario, donde el rol activo de las comunidades y la ciudadanía en general, se ha vuelto fundamental.

En el caso de La Araucanía, donde actualmente existen 5 centrales hidroeléctricas en funcionamiento, 6 aprobadas y otros 6 proyectos en etapa de evaluación, el futuro de aquellos que se encuentran en proceso de calificación se vuelve incierto, sobre todo por la posición de las comunidades, que mayormente se muestran en contra de estas iniciativas.

Bajo este escenario, desde la esfera política regional destacan que si bien el rol ciudadano y el respeto por el entorno es clave para el desarrollo exitoso de proyectos energéticos, el actual sistema de evaluación ambiental no debiese sufrir grandes cambios, dado que éste fue modificado recientemente.

En ese sentido, la diversificación de la matriz energética y la construcción de centrales hidroeléctricas de paso y de menor tamaño, son parte de las opciones más plausibles para el desarrollo regional y nacional, dado que si bien no existe una crisis energética a nivel domiciliario, las repercusiones en términos de inversión, producción y costos eléctricos en el país, sí son aristas a considerar.

En el caso puntual de La Araucanía, región que ocupa el tercer lugar nacional en cantidad de proyectos hidroeléctricos en proceso de evaluación ambiental -después de las regiones del Maule y Biobío-, también debe tenerse en consideración la aplicación del Convenio 169 de la OIT, el cual juega un rol primordial ante la aprobación de nuevas centrales de energía hídrica en la Región, trabajo que será abordado de manera interministerial.

'Lo que ha dicho el ministro de Energía en su visita a la Región y nuestro propio ministerio, es que hay que fortalecer la institucionalidad ambiental, pero al mismo tiempo, los proyectos tienen que hacerse en respeto con las comunidades locales, principalmente con las indígenas', dijo el seremi regional de Medio Ambiente, Marco Pichunman.

En ese sentido, el seremi hizo hincapié en que es necesario regirse por la institucionalidad ambiental existente ante cualquier tipo de iniciativa energética.

'Es importante entender que existe una legislación ambiental vigente, en la cual están contemplados procesos de evaluación ambiental en torno a estos proyectos', acotó Pichunman.

Por su parte, la seremi de Energía de la Macrozona Sur, Carola Venegas, indicó que 'el sistema de evaluación y su reglamento fue recientemente modificado, por lo que no habrían cambios en ese sentido. Lo que sí vemos es que la licencia social para operar de los proyectos es un nuevo requisito, y las empresas deberán adaptar su organización y enfoque para dar cuenta de este cambio en nuestra sociedad, que pide más participación de manera temprana'.

Venegas, quien está a cargo de la cartera energética de las regiones del Biobío, La Araucanía y Los Ríos, afirma que los proyectos hidroeléctricos siguen teniendo cabida en la actual agenda.

'Estamos convencidos que si los nuevos proyectos de energía son sustentables, serán viables en cualquier región del país', dijo la seremi, agregando que 'necesitamos que éstos se hagan con una evaluación ambiental estratégica, que permita entender el conjunto de consecuencias e implicancias que tienen sobre el medio ambiente y las comunidades'.

En relación a la oposición ciudadana, sobre todo de las comunidades aledañas, a juicio de las autoridades el camino correcto es hacer que éstas sean partícipes del proceso desde sus inicios.

'Necesitamos llegar de manera temprana a las comunidades, explicar los proyectos, escuchar y atender sus dudas, preguntas y preocupaciones. Esa es la forma en que los proyectos deben ser encarados hoy', enfatizó Venegas.

En el caso de La Araucanía, los últimos proyectos presentados ante el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), ente encargado del análisis y posterior calificación de las iniciativas que generen impacto en el territorio, han sufrido la animadversión ciudadana.

Bajo este escenario, la seremi trirregional reconoce que se hace cada vez más necesaria la presencia de un representante de Energía directamente en La Araucanía, compromiso asumido por la Presidenta que debiese concretarse durante el año en curso.

'El nuevo rol del Estado que plantea la Agenda de Energía pasa por un fortalecimiento del ministerio, con seremis en todas las regiones y con capacidad para hacer un seguimiento de los proyectos', afirmó.

Una de las iniciativas con las que la ciudadanía ha mostrado su disconformidad, es la Central Hidroeléctrica Los Aromos, que se emplazaría en el río Toltén y cuya inversión supera los US$90 millones. Ésta ha motivado a las comunas implicadas -Freire y Pitrufquén- a formar una agrupación en contra del proyecto, la cual se ha tomado el puente del sector en dos ocasiones.

Daniela Rivera, presidenta del Movimiento Social de Acción por el Toltén (Mosat), reconoce que si bien el rechazo a Hidroaysén es una buena noticia, ésta preocupa aún más a la agrupación, ya que al no concretarse el megaproyecto, es probable que se opte por aprobar aquellos de menor envergadura, como Los Aromos.

'Existe la posibilidad que se construyan centrales de paso más pequeñas. La que se va a construir aquí es de 19,9 megawatt, por lo tanto, entra en esta categoría, aunque tenga un muro y una represa', explica Rivera.

En ese sentido, la dirigenta destaca que como movimiento seguirán trabajando en el desarrollo de talleres informativos en Freire, Pitrufquén y a nivel de cuencas. 'Estamos viendo las acciones que vamos a tomar de aquí en adelante. Seguimos con un trabajo potente y organizándonos', declaró.

Una opinión distinta es la del alcalde de Pitrufquén, Humberto Catalán, que ve la actual situación energética como una buena señal para impedir la construcción de la central hidroeléctrica del Toltén, que según el edil es rechazada por gran parte de la comuna.

'Yo confío. Porque si rechazaron un proyecto de esa envergadura en el sur, con mayor razón deberían hacerlo con la del Toltén', manifestó Catalán, agregando que, en términos generales, 'hay un rechazo absoluto no solamente de las comunidades indígenas, sino de todos los habitantes de Pitrufquén, incluso del Concejo Municipal en pleno'.

El edil pitrufquenino aseveró que, en términos productivos, uno de los rubros que sufriría los mayores costos es el incipiente turismo en la zona, donde la vía fluvial es su principal atractivo.

'Tendrían que encausar como en cinco kilómetros el río Toltén, que es uno de los lugares donde se le puede sacar provecho al turismo a través de la pesca recreativa', concluyó.

Sin duda, la comuna regional que tiene mayor experiencia en el tema hidroeléctrico es Melipeuco, que cuenta con tres centrales en operación, una aprobadas y una en evaluación.

Juan Carlos Espinoza, alcalde de Melipeuco, indica que la experiencia ha sido disímil, y depende tanto de las empresas a cargo como de la participación efectiva de las comunidades implicadas.

'Creemos que las centrales pueden ser, pero cuando el proyecto es bien llevado y se trabaja desde un comienzo y hasta el final con la ciudadanía', expresa Espinoza, quien agrega que 'tiene que haber una compensación no sólo económica, sino que en todo sentido. En algunos casos han acertado'.

58,4 megawatt aportarían al SIC

188,33 millones de dólares

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